El gobierno mexicano no ha podido recuperar la categoría 1 en seguridad aérea en casi año y medio: aunque los pronósticos de la autoridad iban desde tres a siete meses, estos no se cumplieron aún. Mientras tanto, no solo se desaprovecha la oportunidad de abrir más rutas o incrementar frecuencias hacia Estados Unidos por parte de las líneas aéreas mexicanas, sino que éstas tienen por lo menos 79 aeronaves que no pueden volar hacia puertos aéreos de la Unión Americana.
Una de las consecuencias de la degradación, registrada en mayo del año pasado, es la imposibilidad de volar con aviones nuevos en la flota de las aerolíneas, hacia destinos en Estados Unidos, incluso cuando estos hayan sido operados por Aeroméxico, Volaris o Viva Aerobus antes de la caída en la categoría.
En el último año, las empresas aéreas aceleraron el crecimiento de sus flotas, pues encontraron en la pandemia, una oportunidad para reorganizar sus pedidos y adquirir aeronaves de última generación que, generalmente, tienen un consumo de combustible más eficiente y permiten transportar a más pasajeros.