Credit Suisse está corriendo para confirmar las ventas de parte de su negocio que podría limitar el efectivo que necesita de los inversores, dijo una persona con conocimiento directo del asunto, con solo unos días antes de que el banco desarunifique una revisión.

El asediado prestamista suizo quiere trazar una línea bajo una serie de escándalos y acciones legales en una reorganización que probablemente lo vería detener a un banco de inversión volátil en Londres y Nueva York para centrarse en la banca para los ricos en Suiza.

La reestructuración está siendo vigilada de cerca por el regulador suizo Finma, que está en contacto regular con el banco, dijo una segunda persona familiarizada con el asunto, destacando la sensibilidad de la renovación.

Pero con solo unos días para el anuncio del 27 de octubre, no está claro qué negocios se pueden vender y a qué precio, piezas críticas en un rompecabezas que determinarán cuánto puede tener que pedir al banco a los accionistas.