FMI Perspectivas Económicas, octubre 2022. Análisis InterCam

El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus estimados de crecimiento mundial esta mañana. No hubo cambios para la expansión esperada en 2022, que se mantuvo en 3.2% del PIB mundial; pero el crecimiento de 2023 fue reducido a 2.7% (-0.2pp, 2.9%prev.). La economía global experimenta una desaceleración más fuerte de lo anticipado y factores como la guerra en Ucrania, condiciones financieras más ajustadas, una crisis del costo de vida y la persistencia del COVID- 19 obscurecen el panorama. La inflación está proyectada en 8.8% para 2022, 6.5% en 2023 y 4.1% para 2024.

Se espera que la desaceleración en 2023 sea generalizada, con revisiones a la baja en el crecimiento de casi todos los países. El FMI incluso habla de contracciones entre 2022 y 2023 en un grupo de países que representa 1/3 parte de la economía global. Se espera que Estados Unidos, China y la Eurozona continúen desacelerándose. El crecimiento de Estados Unidos fue revisado a la baja para 2022 de 2.3% a 1.6%, mientras que para 2023 se mantuvo en 1%, como consecuencia de una política monetaria restrictiva. En China, la persistencia de cuarentenas y la debilidad del sector inmobiliario llevaron a una revisión a la baja tanto para 2022 (-0.1pp, 3.2%) como para 2023 (-0.2pp, 4.4%); mientras que Europa (3.1% 2022; 0.5% 2023) fue de las regiones que mayores ajustes a la baja vio junto con el África Subsahariana. En el caso de México, el crecimiento fue recortado ligeramente para 2022 a 2.1% (-0.3pp) y 2023 se mantuvo sin cambios (1.2%).

Para el FMI, en 2023 vendrá lo peor para muchos países. La economía global no ha visto una desaceleración tan marcada desde 2001 (a excepción de la crisis financiera de 2008 y la de 2020 por la pandemia) y los riesgos siguen siendo amplios y se mantienen sesgados a la baja. Al FMI le preocupa que se cometan errores a nivel de la política monetaria, dada la dificultad para determinar el nivel indicado de las tasas de interés, que ayuden a contener la inflación. Conforme los bancos centrales combaten la inflación, se teme inestabilidad financiera a nivel global, aversión al riesgo y mayor apreciación del dólar.

Además, todavía podrían materializarse nuevos choques en los precios de alimentos y energéticos que revivan la inflación y que eviten su moderación. Se teme también por la postura financiera de emergentes y su deuda, la falta de suministro de gas natural en Europa que podría afectar la producción, el posible resurgimiento de casos de COVID-19 y el riesgo de que el problema en el sector inmobiliario chino se traslade al sector bancario. Para dimensionar el tamaño de los riesgos y su amenaza, el FMI concluye el reporte con una estadística: existe un 25% de probabilidad de que el próximo año la economía global crezca por debajo de 2%.

A pesar de la mala perspectiva para el crecimiento económico, la inflación está proyectada a mantenerse alta a nivel global. Se espera que ésta alcance un pico de 9.5% este año antes de iniciar su tendencia de baja hacia 4.1% en 2024. El alza de precios en energía y alimentos se ha comenzado a trasladar al resto de los precios en la economía mundial, con la inflación subyacente alcanzando 6.7% promedio en julio (vs. 4.2% al cierre de 2021). Esto podría implicar una crisis de costo de vida a nivel global, por un menor ingreso real. En este sentido, 2023 trae un panorama poco optimista para hogares a nivel mundial. El margen limitado para la política monetaria y fiscal, dados los actuales niveles de inflación, harán de la circunstancia algo difícil de superar.

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