El suministro mundial de petróleo está listo para endurecerse, intensificando las preocupaciones sobre el aumento de la inflación después de que el grupo de naciones de la OPEP+ anunciara su mayor recorte de suministro desde 2020 antes de los embargos de la Unión Europea a la energía rusa.
La medida ha ampliado una brecha diplomática entre el bloque respaldado por Arabia Saudita y las naciones occidentales, que preocupan que los precios más altos de la energía dañan a la frágil economía mundial y obstaculicen los esfuerzos para privar a Moscú de los ingresos del petróleo tras la invasión rusa de Ucrania.
Los futuros globales del crudo saltaron esta semana, volviendo a máximos de tres semanas, después de que la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, incluida Rusia, acordaran recortar la producción en 2 millones de barriles por día justo antes de la temporada alta de invierno.