¿Ha pasado la fase más intensa del ciclo de endurecimiento monetario mundial?

Inestabilidad política en Reino Unido y Brasil, temporada de resultados corporativos de resultados, debilidad económica global, presiones inflacionarias que no ceden y la política monetaria restrictiva son los acontecimientos a los que han tenido que hacer frente los inversionistas a lo largo de octubre. A pesar de toda esta incertidumbre, el comportamiento de la mayoría de los activos financieros ha sido en términos generales positivo.

En gran medida estas ganancias se justifican por la idea de que está pronto a concluir la fase más intensa del ciclo de la política monetaria restrictiva global.

Aunque es todavía difícil anticiparlo, el mercado lleva dos semanas barajeando esa posibilidad.

Esta semana, se espera que la Reserva Federal suba por cuarta vez consecutiva la tasa de interés en 75 puntos base, pero ese aumento podría venir acompañado de señales de un ritmo moderado de endurecimiento.

Las especulaciones sobre una posible moderación empezaron hace quince días cuando una nota periodística dejara entrever que el banco central estadounidense está planteándose frenar su endurecimiento monetario para comprobar los efectos de las últimas subidas de tasas sobre la inflación.

Esto seguiría a las decisiones de la semana pasada, por un lado, del Banco de Canadá cuando se inclinó por un alza de 50 pbs, en lugar de los tres cuartos de punto pronosticado por el mercado, y al tono menos hawkish percibido que acompañó a la subida de 75pbs del Banco Central Europeo.

En este sentido, se apuesta a que el presidente Jerome Powell utilice la conferencia de prensa para sentar las bases de una reducción del ritmo de subidas de tasas. Podría hacerlo reconociendo la desaceleración de la economía real que ya está en marcha y haciendo hincapié en los desfases entre la desaceleración de la actividad económica y el debilitamiento de las presiones sobre los precios.

A medida que las tasas de interés suben por encima del nivel considerado como neutral (nivel de la tasa de interés real de corto plazo que es consistente con la actividad económica cercana a su nivel potencial o eficiente y la inflación cercana a su meta de largo plazo), crecerán las voces entre los integrantes del comité de política monetaria sobre la necesidad de equilibrar las presiones para subir las tasa de interés con el fin de frenar la inflación, por un lado, y los riesgos de endurecer demasiado la política monetaria, enviando la economía a un recesión y generando riesgos a la baja para la inflación en el futuro.

Otra manera de verlo es por las tasas reales de interés (la diferencia entre la tasa nominal de fondeo menos la tasa de expectativas de inflación a un año). Éstas ya se encuentran en terreno restrictivo y justifican también que están por alcanzar un máximo en este ciclo de subidas en las tasas de interés. El problema que enfrentan las recientes optimistas expectativas del mercado, radica en que la inflación no luce en control aún, no se tiene seguridad que tan rápido bajará ni hasta donde podría estacionarse (si lo es en niveles por encima de la meta actual de la FED).

Así, hay un alto riesgo de que la Fed decepcione. Conviene recordar que desde Jackson Hole a finales de agosto, la autoridad estadounidense ha subrayado de forma enfática que todavía hay demasiada demanda en la economía y que es necesario endurecer más las condiciones financieras para ponerle un freno a las presiones inflacionarias. La manera como se han comportado los agentes económicos después de la crisis por COVID ha sido sorpresiva, en donde pasarán varios meses más para esperar regresar a una normalidad.

En este sentido, todavía la mayoría de los integrantes del comité de política monetaria se han inclinado por mantener las condiciones financieras restrictivas hasta bien entrado el año 2023 para evitar que cualquier nueva oleada de inflación impulsadas por las materias primas se afiance.

Así, hay probabilidades de que la Fed no lo haga antes de la reunión de diciembre, en la que está prevista la actualización del Resumen de Proyecciones Económicas.

Además, de aquí a diciembre, en términos de mercados financieros, falta mucho tiempo y pueden ocurrir múltiples cosas. De entrada y lo más relevante es que previo al encuentro de política monetaria de diciembre (14 de diciembre) se darán a conocer dos reportes de inflación estadounidense (10 de noviembre y 13 de diciembre), lo que podría mover en un sentido u otro las apuestas sobre la magnitud de la subida de la tasa de interés.

Comentario final.

Si la Fed envía mensajes contundentes que se puedan interpretar como que podría empezar a reducir la agresividad de su política de subida de tasas de interés para frenar la inflación, las recientes ganancias en el peso mexicano podrían extenderse y no descartamos niveles en el mercado al mayoreo cercanos a $19.70 spot.

Por el contrario, si decepciona al decir que la lucha contra la inflación está lejos de ser ganada y que hay probabilidades de continuar con alzas de 75pbs, habría correcciones en los activos de mayor riesgo, y en el caso del peso mexicano no descartamos que se presione a niveles alrededor de $20.20 spot.

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