En medio del contexto actual y las perspectivas de crecimiento mundial, la economía mundial no corre riesgo de entrar en recesión a principios de 2023, según la consultora JP Morgan. No obstante, es probable que se produzca una recesión en Estados Unidos en 2024.

Bruce Kasman, jefe de investigación económica y política de JP Morgan, informa, el invierno agravará problemas de Covid-19 en China y crisis del gas natural en Europa, dibujando un contexto “deprimente”. No obstante, el arrastre de las condiciones financieras está amortiguado por un desvanecimiento de crisis de la cadena de suministro y de los precios de las materias primas.

Además, el informe de JP Morgan, publicado el 8 de diciembre de 2022, indica que la inflación del índice de precios al consumidor (IPC) global está en camino de desacelerarse. Lo anterior se dará después de alcanzar casi un 10 por ciento en la segunda mitad de 2022 y a principios de 2023 será de 3.5%.

Kasman también señaló que las circunstancias justifican considerar una variedad de escenarios y dentro de esos escenarios, el evento dominante es la recesión de Estados Unidos a finales de 2024. Esta recesión tendría lugar mientras que los bancos centrales probablemente den un recorte de las tasas de interés en algún momento del próximo año, señala el informe.

Con el recorte de tasas de interés resultaría una recuperación sostenida de los precios de los activos y la economía para fines de 2023, indicó Marko Kolanovic, estratega jefe de mercados globales, codirector de investigación global, JP Morgan. A su vez, se prevé que la economía mundial se expanda a un ritmo lento de alrededor del 1,6 % en 2023.

Mientras que Natasha Kaneva, directora de Estrategia Global de Commodities en JP Morgan, mencionó, se espera un crecimiento sólido en la demanda de petróleo de 1.3 millones de barriles por día en 2023. Por su parte, en los metales básicos se espera que a finales de 2023 se espera una recuperación de los precios en los últimos meses del siguiente año.