Ciberacoso: Dimensionamiento y Segmentación por Edad, Género y Entidades Federativas

Regina León


El creciente uso y aprovechamiento de las TIC se acompaña de la realización de prácticas indeseables que repercuten en el bienestar de los individuos como es el acoso virtual o ciberacoso.

Desde 2015 y cada año con excepción de 2018, el INEGI realiza una muestra de la población encuestada en la ENDUTIH para obtener el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) con el objetivo de generar información estadística que permita conocer la prevalencia de esta conducta.


De acuerdo con el MOCIBA 2021, 21.7% de los usuarios de internet mayores de 12 años fue víctima de ciberacoso en los últimos 12 meses, cifra equivalente a 17.7 millones de afectados.


En términos generales, las mujeres usuarias de internet son víctimas más frecuentes del ciberacoso ya que 22.8 de cada 100 sufren de este tipo de violencia, frente a 20.6 de cada 100 para el caso de los hombres.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) dotan de una diversidad de beneficios, al mismo tiempo que garantizan la satisfacción de derechos como el acceso a la información, salud, entre otros.

Las TIC registran una trayectoria acelerada en su adopción en México, tal que entre 2015 y 2021, el número de usuarios de internet incrementó en 27.2 millones, equivalente a que 75.6% de la población mayor a 6 años se encuentra conectada, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

No obstante, su creciente uso y aprovechamiento se acompaña de la realización de prácticas indeseables que repercuten en el bienestar de los individuos como es el acoso virtual o ciberacoso.

Este se refiere al uso intencionado de las TIC por parte de un individuo o grupo de estos con el objeto de ofender, humillar, amenazar, acosar o abusar de una persona. La ocurrencia del ciberacoso es un fenómeno en expansión, circunstancia que amerita dimensionar su ocurrencia por el tipo1 de incidencias, para así prevenir y tomar las precauciones y acciones necesarias para que estas situaciones sucedan.

Ciberacoso: Dimensionamiento y Conductas Realizadas

Desde 2015 y cada año con excepción de 2018, el INEGI realiza una muestra de la población encuestada en la ENDUTIH para obtener el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) con el objetivo de generar información estadística que permita conocer la prevalencia de esta conducta entre las personas de 12 y más años y de aquella que experimentó alguna situación en los últimos 12 meses, así como la circunstancia vivida, su caracterización y las medidas adoptadas para protegerse contra su incidencia.

Proporción de Internautas de 12+ Años Víctimas de Ciberacoso

Fuente: Elaborado por The CIU con información de INEGI (MOCIBA 2015-2021)

De acuerdo con el MOCIBA 2021, 21.7% de los usuarios de internet mayores de 12 años fue víctima de ciberacoso en los últimos 12 meses, cifra equivalente a 17.7 millones de afectados. En 2020, el fenómeno repercutió en 21.0% de los usuarios, es decir, se registró un aumento de 0.7 puntos porcentuales (pp).

La conducta más común de acoso virtual fue el contacto mediante identidades falsas, tal que 35.7% de los usuarios fue víctima de esta situación en 2021, 0.7 pp más con respecto a 2020 y 2.1 pp superior con respecto a 2019.

La segunda incidencia de ciberacoso fue recibir mensajes ofensivos con una proporción de 33.1% de los internautas que vivieron esta situación, aunque registró una disminución de 1.5 pp en su comparativo anual.

En tercer lugar, se encuentra la recepción de contenido sexual (25.5% del total de usuarios), con un incremento de 1.1 pp anuales.

Tipo de Ciberacoso Experimentado en los Últimos 12 Meses
(Proporción del Total de Internautas de 12+ Años, %)

Fuente: Elaborado por The CIU con información de INEGI (MOCIBA 2015-2021)

Los tipos de ciberacoso que registran una menor ocurrencia fueron llamadas ofensivas (19.3%), con una disminución de 2.6 pp y las insinuaciones o propuestas sexuales (24.6%), 2.1 pp inferior.

Incidencias por Género, Edad y Estados

Al analizar la ocurrencia de ciberacoso por edad y género, en términos generales, las mujeres usuarias de internet son víctimas más frecuentes del ciberacoso ya que 22.8 de cada 100 sufren de este tipo de violencia, frente a 20.6 de cada 100 para el caso de los hombres. La incidencia se amplía conforme disminuye la edad, de manera que 29.9% de las mujeres entre los 12 y 19 años sufrieron ciberacoso, frente a un 24.1% de los hombres en el mismo rango de edad.

En otras palabras, la brecha de género se acorta conforme los rangos de edad aumentan, e incluso llega a revertirse para el caso de los adultos mayores de 60 años, tal que las incidencias son de 13.6% para los hombres y 11.2% para mujeres.

Por los tipos de ciberacoso, la brecha de género se amplifica para algunos casos. Destaca significativamente la recepción de contenidos, insinuaciones o propuestas sexuales por 32 de cada 100 mujeres internautas, en comparación con los 16 de cada 100 hombres.

Incidencia del Ciberacoso por Entidades Federativas en los Últimos 12 Meses (Proporción del Total de Internautas de 12+ Años, %)

Fuente: Elaborado por The CIU con información de INEGI (MOCIBA 2015-2021)

Ahora bien, los estados con mayores incidencias de ciberacoso en 2021 fueron Michoacán, Guerrero y Oaxaca, con un impacto de 28.8%, 26.8% y 26.4% en los usuarios de internet, respectivamente. En contraste, Quintana Roo (16.7%), Ciudad de México (16.8%) y Nuevo León (16.8%) fueron las entidades con menores niveles de esta práctica. Estos resultados distan mucho de 2020, en el que los estados más afectados fueron Colima, Tabasco y Tlaxcala y los de menor ocurrencia fueron la Ciudad de México, Tamaulipas y Coahuila.

Mejores Metodológicas en el MOCIBA a 6 Años

A seis años de publicar información sobre la ocurrencia del ciberacoso se han instrumentado algunas mejoras metodológicas, especialmente algunas enfocadas en temas de género. Por ejemplo, en 2021, una de las incidencias se denomina “recibir contenido sexual e insinuaciones o propuestas sexuales”, mientras que en 2015 se nombraba como “recibir contenido multimedia y recibir mensajes”.

Este tipo de cambios ayudan a señalar de manera explícita algunas situaciones y diferenciar entre los fenómenos que enfrentan mujeres y hombres. Esta diferenciación es útil debido a que el mundo virtual es una extensión del mundo físico y lamentablemente se replican algunas situaciones de discriminación y violencia.

En 2021, también se añadieron las categorías de “amenazar con publicar información personal, audios o video para extorsionar”, “publicar información personal, fotos o videos”, y “publicar o vender imágenes o videos de contenido sexual”. Conforme pasan los años, estas se han ido ajustando para poder dimensionar e identificar la incidencia de los tipos de ciberacoso experimentados.

Aunque la publicación del MOCIBA ha ayudado a mapear este fenómeno, su caracterización y segmentación por edad, género y estados, aún persisten elementos que podrían mejorarse. Por ejemplo, cuantificar las repercusiones que tiene sufrir algún tipo de ciberacoso y su diferenciación entre mujeres, hombres y por grupos de edad.

El MOCIBA también describe las medidas de prevención que toma la población como bloquear a las personas, ignorar los mensajes, cambiar o cancelar el número telefónico, entre otros. No obstante, sería de utilidad poder conocer qué tan efectivas son estas acciones de manera empírica.

Contar con información sobre la incidencia del ciberacoso permite no sólo dimensionar la gravedad del fenómeno, sino que arroja lecciones para los órganos legislativos sobre la aplicación de medidas de control y sanción, con miras a incrementar su alcance o mejorar su instrumentación.

Cortesía The Competitive Intelligence Unit

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