De acuerdo con la Oficina de Análisis Económico (Bureau of Economic Analysis o BEA), el Producto Interno Bruto de Estados Unidos creció 2.9% a tasa trimestral anualizada (tta) en el periodo octubre-diciembre 2022. La cifra se ubicó por encima de lo esperado (2.6% tta estimado INVEX). Para todo el año, el crecimiento fue de 2.1%.
Después de haber caído por tres trimestres consecutivos, el consumo privado en mercancías contribuyó positivamente al crecimiento del PIB en el 4T-22. El gasto en servicios mantuvo un firme ritmo de expansión.
En lo que respecta a inversión privada, la fuerte acumulación de inventarios contribuyó con 1.46 puntos porcentuales al crecimiento trimestral anualizado del PIB. Dicho avance fue contrarrestado por una séptima caída consecutiva de la inversión residencial (-26.7% tta en el 4T-22).
Después de crecer 2.1% en 2022, estimamos un crecimiento de apenas 0.5% en el PIB de Estados Unidos en 2023. Anticipamos caídas cercanas a 1% en términos trimestrales anualizados (-0.25% a tasa trimestral simple) en el segundo y tercer trimestres de este año. Los recientes indicadores económicos refuerzan la expectativa de más aumentos en la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal.
El PIB de Estados Unidos creció más de lo esperado. Sin duda, la fortaleza del mercado laboral es uno de los principales motores del consumo privado, variable que representa el 70% del PIB. Destacó la recuperación del gasto en bienes no duraderos (0.5% tta) después de haber caído los dos trimestres previos.
El mayor impulso en el consumo provino de la parte de servicios (2.6% tta en el 4T-22), misma que se sostiene gracias a firmes ganancias en el empleo a pesar de menores expectativas de crecimiento hacia delante.
Si bien la creación de inventarios contribuyó significativamente al crecimiento del periodo, es probable que éstos hayan aumentado ante la expectativa de un próximo freno de la demanda. Los recientes datos del
sector industrial (principalmente manufacturas) apuntan hacia menores niveles de producción durante los próximos meses.
Al parecer, el sector manufacturero se suma al sector residencial en la lista de sectores que ya registran menores niveles de actividad.
La contribución de las exportaciones netas al crecimiento del PIB fue menor que la de los dos trimestres previos debido a un freno en la economía global. Si bien algunas economías importantes podrían evitar una recesión en 2023, el crecimiento sin duda será menor que el de los dos años anteriores.
El efecto rebote posterior a la pandemia prácticamente se extinguió y hay poco espacio para estímulos fiscales y monetarios en el corto plazo que permitan estimular el crecimiento, sobre todo si la inflación descenderá hacia niveles aún elevados.
Estimamos una desaceleración significativa en el crecimiento del PIB de Estados Unidos en 2023 (0.5% est. INVEX) debido a las afectaciones que generarían elevadas tasas de interés durante la mayor parte del año. Es probable que el PIB caiga en el segundo y tercer trimestres para luego recuperarse en el periodo octubre-diciembre.
La fortaleza que aún muestra el empleo (en parte por distorsiones generadas en la pandemia que aún no se corrigen) abre espacio para más aumentos en la tasa de interés de referencia de la FED. La siguiente decisión se conocerá el 1° de febrero (+25 puntos base estimado INVEX).
Cortesía INVEX
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