El Techo de la Deuda: lo que los inversionistas necesitan saber

Por Jack Janasiewicz, gestor y estratega principal de portafolio – Garrett Melson, estratega de portafolio

A mediados de enero de 2023, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, envió una carta al Congreso en la que afirmaba que Estados Unidos alcanzaría su límite de deuda de poco menos de 31.4 billones de dólares el 19 de enero. Continuó diciendo que el Tesoro comenzaría a aplicar “medidas extraordinarias” para mantenerse al corriente de sus obligaciones pendientes.

Los republicanos en el Congreso están prometiendo utilizar el debate sobre el techo de la deuda para forzar recortes presupuestales en la administración de Biden, y la presidencia se niega a caer en el juego. Entonces, ¿cómo funciona exactamente todo lo anterior?

Techo de Deuda 101 y Medidas Extraordinarias

El Congreso está a cargo de determinar el límite de la deuda estadounidense. Suspender o elevar el techo de la deuda requiere la aprobación tanto de la Cámara de Representantes como del Senado.

Se necesitan 218 votos para aprobar en la Cámara y 60 votos para aprobar en el Senado.

Los republicanos de la Cámara probablemente obtendrán esos 218 votos, pero ¿qué hay de los 60 en el Senado? Muy poco probable.

Mientras tanto, las facturas del país deben pagarse. Entonces, ¿qué tan “extraordinarias” son las medidas que debe aplicar el Tesoro? De hecho, se han usado más de una docena de veces desde mediados de los 90, y la secretaria Yellen indicó que era poco probable que el efectivo y las medidas extraordinarias se agotaran antes de principios de junio. Las estimaciones privadas sitúan esa fecha en un mes más o menos, pero hay cierta incertidumbre al hacer esta suposición, ya que los recibos de impuestos, el aumento de las tasas, la suspensión de los pagos de la deuda de préstamos estudiantiles y una variedad de otros factores contribuyen a esto.

Entonces, ¿qué está en riesgo?

Nadie quiere que EEUU deje de pagar su deuda, y nadie quiere un cierre del gobierno. Las encuestas actuales indican que el 40% de los votantes culparían a ambos partidos por un incumplimiento, y las estrechas mayorías del Congreso en ambas cámaras, en conjunto con el bajo índice de aprobación de Biden, sugieren que ninguna de las partes tiene mucho que ganar con un enfrentamiento. En este entorno, esperamos que ambas partes alcancen un acuerdo a última hora que incluya algunos recortes al gasto a cambio de levantar el techo de la deuda.

Pero hasta que eso suceda, podemos esperar que ambas partes expresen peticiones extremas al inicio antes de empezar a encaminarse hacia un punto medio. Los republicanos buscan recortes al gasto, específicamente:

Una resolución que adopte un presupuesto equilibrado en un plazo de 10 años.

Reformar los programas de gastos obligatorios como el Seguro Social y Medicare/Medicaid.

Ningún aumento al límite de la deuda sin un acuerdo presupuestal o reformas fiscales acordes.

Gasto del año fiscal 2024 a niveles del año fiscal 2022, lo que requiere unos $130 mil millones en recortes al gasto.

Para complicar las cosas…

Un gobierno dividido agrega complejidad a la situación. Tanto la Cámara como el Senado están controlados por mayorías estrechas, por lo que es crucial mantener a todos en línea. También hay nuevos cambios de reglas en la Cámara, lo que facilita que los legisladores individuales obstruyan el proceso y le quiten poder al liderazgo. Como ya hemos visto, esto puede conducir a que un número menor de legisladores se alíen y estropeen el proceso legislativo.

El portavoz McCarthy debe mantener bajo control al Freedom Caucus y al mismo tiempo mostrarle al partido y a sus votantes que puede gobernar responsablemente. ¿Una posible victoria fácil? Recortar los nuevos fondos de la administración tributaria (IRS) autorizados en la Ley de Reducción de la Inflación. Esto simplemente devolvería el financiamiento del IRS a los niveles anteriores sin que Biden hiciera concesiones reales: ambas partes podrían declarar una victoria.

Con respecto a las medidas extraordinarias…

Como mencionamos, el Departamento del Tesoro ha tomado medidas extraordinarias antes, con relativamente poca fanfarria. Algunas de las técnicas incluyen:

Priorizar los pagos de los valores del Tesoro para evitar un incumplimiento: a medida que vencen los valores existentes, el Tesoro puede emitir nueva deuda por el mismo monto de capital, manteniendo el stock de deuda pendiente. Para esto, el Tesoro tendría que retrasar el pago de obligaciones como el Seguro Social y Medicare y otros contratistas del gobierno hasta que tuviera suficiente efectivo disponible para realizar los pagos.

Suspender la inversión en el G Fund y reinvertir en el Exchange Stabilization Fund (ESF): el G Fund es básicamente un fondo del mercado de dinero que forma parte del Thrift Savings Plan, que es el plan de jubilación militar y del gobierno. El FSE es dinero reservado para la intervención en divisa extranjera y, más recientemente, se utilizó para garantizar depósitos en fondos del mercado de dinero como respuesta a la pandemia de Covid-19. Ambas líneas de crédito se invierten teóricamente en valores del Tesoro no negociables a un día y se “invierten” para fines contables, pero no cuentan contra el límite de deuda actual. Suspender la inversión liberaría ingresos adicionales para destinarlos a otros fines.

Declarar un “período de suspensión de emisión de deuda”: esto implicaría redimir o suspender nuevas inversiones en el fondo de jubilación e incapacidad del servicio civil y el fondo de beneficios de salud para jubilados del servicio postal.

¿Y qué hay de la Reserva Federal?

La Reserva Federal podría permitir la asignación completa de repos renovables, donde efectivamente elimine todos y cada uno de los bonos del Tesoro de los balances de Wall Street. También podría invocar la Sección 13(3), que permite a la Fed proporcionar liquidez contra los bonos del Tesoro a cualquiera que quiera prestarlos a la Fed. Estas medidas transferirían efectivamente el riesgo de incumplimiento de pago a la Fed, que puede asumir pérdidas, pero podría superar la volatilidad hasta que se resuelva el problema. Y, finalmente, el Tesoro podría aprovechar los $ 14 mil millones de margen del techo de la deuda que se encuentran en el balance de la Fed que quedaron de las intervenciones de la Fed y el Tesoro en la era de la pandemia.

Otras alternativas

Hay otras ideas que se han mencionado en lugar de una solución negociada, pero considere que no somos académicos y solo nos limitamos a informarlas:

La moneda del billón de dólares (es real): la forma en que esto funciona es que el Tesoro puede usar su discreción para acuñar una moneda de platino y denominarla un billón de dólares. Luego, el Tesoro la deposita, recaudando efectivamente efectivo para cubrir las obligaciones de deuda existentes. Suena fácil, ¿verdad? Pero se necesita suerte defendiendo la constitucionalidad y los posteriores desafíos legales de tal medida. Los republicanos probablemente argumentarían que esto viola la intención del Congreso y podría dar lugar a demandas relacionadas con la separación de poderes.

La 14ª Enmienda – establece que “la validez de la deuda pública… no será cuestionada”. Los defensores dicen que esta declaración da al presidente la capacidad de simplemente ignorar el límite de la deuda. La intención original del artículo (ratificado en 1868, tres años después del fin de la Guerra Civil) se basó parcialmente en los temores de que un futuro Congreso dominado por los antiguos estados confederados repudiara la deuda federal o garantizara la deuda confederada. Una vez más, buena suerte al defender la legalidad de esto, así como la usurpación de la autoridad del Congreso, que es quien mueve los hilos.

Uso de la moción de descargo: mientras que los procedimientos normales de la Cámara requieren la aprobación del presidente de un comité, así como la presentación del portavoz para una votación en el piso (evitando así que cualquier miembro republicano “se atraviese”), una petición de descargo permite que la legislación evite dichos pasos. En última instancia, esta medida permite que una petición que aumente el límite de la deuda avance en el Congreso sin la aprobación del portavoz de la Cámara ni de la mayoría de la conferencia republicana. Si todos los demócratas firman la petición, también se requerirían seis firmas republicanas, bajo una intensa presión.

Una petición de descarga es un proceso muy largo y lento. Cualquier proyecto de ley de la Cámara tendría que ser aceptado palabra por palabra por el Senado. Cualquier cambio realizado en el Senado requeriría otra votación en la Cámara.

Se puede presentar un proyecto de ley y luego debe permanecer en el comité durante 30 días legislativos. Una vez que se recaban las 218 firmas, hay un período de espera legislativo de 7 días. Después de este período de espera, el proyecto de ley se puede considerar en el siguiente segundo o cuarto lunes del mes.

En total, y dependiendo del calendario del Congreso, 37 días legislativos podrían llevar varios meses.

En última instancia, esto deja solo dos resultados probables:

Aprobar una ley que eleve el techo de la deuda o suspenda el límite de la deuda.

Impago.

Es por esto que esperamos una negociación al hilo que resulte en un acuerdo de última hora.

Impacto para el mercado

Si bien estamos seguros de que veremos muchos titulares desagradables en las próximas semanas y meses, históricamente el mercado de valores ha ignorado el problema hasta que la fecha de incumplimiento esté mucho más cerca. En 2011, las acciones cayeron alrededor de un mes antes de la fecha límite y se aceleraron a medida que se acercaba la fecha límite. Todavía estamos a unos cinco o seis meses de esto, por lo que es probable que el mercado ignore el problema por ahora.

Es probable que el mercado de bonos perciba el avance en la curva, pero el extremo largo de la curva debería beneficiarse de un giro hacia terreno seguro. Los pagarés del Tesoro que vencen a mediados o finales del verano deberían comenzar a ver una prima que refleje la posibilidad de un pago atrasado. Pero históricamente, cuando pase el drama, las primas se corrigen y se recuperan.

Sin embargo, el contexto económico actual complica la situación. Siempre es difícil aislar el impacto de un evento histórico específico y su impacto en los activos financieros. En este caso, estamos lidiando con la inflación y con las preocupaciones del mercado laboral que alimentan la incertidumbre en torno a la política de tasas de interés de EEUU. Es probable que estos factores económicos sigan presentes en el corto plazo.

Próximamente este año: ¿cierre del gobierno?

El Congreso deberá aprobar una legislación para extender la autoridad de gasto federal más allá del fin de este año fiscal antes del 30 de septiembre. Esperamos más sobresaltos en este punto también. En nuestra opinión, es muy probable que se produzca un cierre del gobierno debido a la falta de un acuerdo sobre el financiamiento.

Afortunadamente, los cierres tienden a tener un impacto económico bastante modesto: las estimaciones sitúan la cifra en 0.10 % del crecimiento del PIB por cada semana de cierre. El mayor impacto es la pérdida de compensación para los empleados federales que se consideran no esenciales (aproximadamente 38% de los 2.1 millones de empleados federales excepto el servicio postal durante los episodios más recientes). La mayoría de la actividad perdida puede reponerse en los siguientes trimestres, pero el gasto en servicios no puede ser inventariado y puede resultar en una pérdida permanente. Considere que el gobierno se financia a través del presente año fiscal, que finaliza el 30 de septiembre del 2023.

Conclusión

Esto deberá pasar, pero el proceso será complicado dado en entorno político tan tóxico en Washington, DC. Las negociaciones se van a dar a última hora. Este no es un problema de disposición o capacidad de pago, sino del afán de sacar el mayor partido antes de aplicar esta disposición o capacidad de pago en EEUU.

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