Análisis sobre la decisión de política monetaria de la Reserva Federal

Los acontecimientos recientes en el sector bancario han provocado un abrupto ajuste de precios en los futuros de los fondos federales.

En solo tres semanas, la tasa terminal de la Fed ha disminuido 50 puntos base a alrededor del 5% y los mercados han pasado de no considerar recortes de tasas en 2023 a esperar 50 pb. Esta revisión de precios se ha hecho sentir en todos los bonos soberanos, con el índice MOVE por encima de los máximos durante el Covid-19 a niveles vistos por última vez durante la crisis de 2008.


La postura en la reunión del FOMC de esta semana fue bastante equilibrada. Será necesario reiterar el combate a la inflación dado que las presiones sobre los precios se están suavizando muy lentamente. Pero, al mismo tiempo, los formuladores de las políticas también van a querer demostrar que están listos para proceder con más cautela, más aún cuando se acercaban al pico de todos modos. En nuestra opinión, las posibilidades de una pausa, ya sea después de la reunión de esta semana o después de la reunión de mayo, son bastante uniformes, con alzas de 25 puntos base como referencia.


En general, si bien se cumplieron las amplias expectativas de un aumento de 25 puntos base en la reunión de esta semana, se espera que la volatilidad se mantenga elevada ya que la Fed enfatiza hoy más que antes su postura dependiente de los datos. De particular interés será la nueva línea punteada para medir hasta qué punto los miembros del FOMC están en desacuerdo con una tasa de precios menos agresiva por parte de los mercados.

Luego de las turbulencias bancarias de semanas recientes, la decisión del FOMC de hoy se convirtió sin duda en una de las más esperadas de los últimos tiempos. Si bien la tarea de la Fed ha sido bastante fácil durante el año pasado, continuar aumentando tasas para combatir la inflación, los temores de que se extienda la tensión en el sector bancario, ya sea inminente o no, hicieron que su decisión en la reciente reunión fuera mucho más desafiante.

Los eventos en el sistema bancario parecen sugerir problemas idiosincráticos en vez de un estrés sistémico, sin embargo, la situación sigue siendo fluida y podría cambiar a pesar de los importantes mecanismos de protección implementados como respuesta a las quiebras de los bancos SVB y Signature.

Si bien estas medidas fueron potentes en para acortar el ciclo de retroalimentación negativa que se estaba extendiendo por el mercado en las primeras etapas de la crisis, la incertidumbre clave a futuro es qué tanto los bancos endurecerán las condiciones financieras a medida que cambian su enfoque hacia la gestión de liquidez. Es probable que el impacto sea desinflacionario y que reemplace al menos un aumento, pero la magnitud sigue siendo incierta.

Con esto como escenario, no es de extrañar que las expectativas de aumentos de 25 puntos base hubieran permeado y sigan vigentes, incluyendo una pausa e incluso un recorte de 25 puntos base. Lo que complica aún más las cosas es la asimetría de información que se percibe: ¿Tiene la Fed conocimiento de tensiones en el sistema bancario que los participantes del mercado desconocen?.

En ese caso, ¿una pausa provocaría más miedo en los mercados en lugar de sofocarlo? Por otro lado, dado que los mercados consideraban ya en 85 % de probabilidades un alza de 25 puntos base, era bastante fácil argumentar que la Fed tomara en cuenta las consideraciones del mercado y elevara la tasa al tiempo que destacaba la cautela mientras evaluaba los avances futuros en el sistema bancario.

Si bien hay mucho enfoque en el debate de 25 pb VS una pausa subsiguiente, la conclusión más importante fue el mensaje de Powell. Los aumentos van acompañados de comentarios más cautelosos con respecto a las perspectivas, mientras que una pausa iría acompañada de mensajes más restrictivos con respecto a un combate inconcluso contra la inflación.

Los resultados: ya sea un alza dovish o una pausa restrictiva. Pero la clave será la claridad obtenida en torno al estrés bancario y al endurecimiento resultante de las condiciones financieras y a su impacto en la función de reacción de la Fed. ¿Y el diagrama de puntos? Siempre ha sido una herramienta para impulsar su mensaje más que un pronóstico real.

Seguirá siendo agresivo, pero la incertidumbre y el ritmo al que cambian las condiciones lo vuelve casi inútil. Como siempre, los datos y no los pronósticos dictarán las acciones de política monetaria a futuro. El debate de puntos base VS una pausa no tienen tanta importancia en las decisiones, al menos no tanta como los mensajes a comunicar y la función de reacción ante nuevos riesgos.

Mabrouk Chetouane, Nicolas Malagardis, estrategia de mercados de Natixis IM

Garrett Melson, Gestor de Portafolio de Natixis IM Solutions

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