Decisión de política monetaria deBanxico concentra atención demercados locales

Este jueves 30 de marzo, Banco de México dará a conocer su decisión de política monetaria.

Dado los recientes acontecimientos financieros globales, los últimos anuncios de la Reserva Federal estadounidense y las cifras de inflación de febrero y 1ª quincena de marzo, existen altas probabilidades de que la autoridad mexicana suba en 25 puntos base su tasa de fondeo, para dejarla así en 11.25%.

No obstante, no pueden descartarse sorpresas, como se observó en el último encuentro donde se inclinaron por un incremento de 50 puntos base. De hecho, si Banxico quisiera seguir enviando mensajes
contundentes en su lucha contra la inflación, un aumento de mayor magnitud a lo esperado debería ser su decisión final.


La cifra de inflación, en términos anuales, lleva casi dos años por arriba del umbral superior de la meta de Banxico (4.0%) y todo parece indicar que se requerirán otros dos años para ubicarse por debajo del 4.0%.
Además, existe el riesgo de declarar el control total de la inflación de forma prematura.

Es muy probable que las cifras de marzo, abril y mayo muestren mejoras contundentes en términos anuales. Esto es, que se observen niveles por debajo del 6.0%. Pero después será más lento el proceso de convergencia a la meta de la autoridad monetaria. Existen altas probabilidades de que concluya el año por arriba del 5.0%.

Asimismo, el rubro subyacente, particularmente la parte de servicios sigue todavía sin alcanzar un techo. Este quizá es el indicador más claro de que las dificultades actuales de la inflación se deben más a temas
locales, entre ellos, lo que en su momento fue la política monetaria ultra-acomodaticia de Banxico. Lo anterior justificaría continuar con un endurecimiento monetario por un periodo lo suficiente largo para
confirmar que la inflación efectivamente está convergiendo a la meta de Banxico.

No es una tarea fácil y Banxico no es el único banco central en el mundo que está batallando para contener la inflación. Prácticamente la mayoría está en una situación similar de dudas sobre la efectividad de la política
monetaria y los efectos rezagos que podrían presentarse.

La reacción del peso mexicano a un incremento de 25 puntos base sería positiva, pero limitada. Esto es, apreciaciones entre 10-20 centavos. Se mantendría el diferencial de tasas de interés en la misma magnitud,
lo que le favorece a la moneda mexicana a consolidar cotizaciones como las observadas actualmente. Si la autoridad sorprende con un alza mayor, es de esperarse una apreciación más robusta por parte de la moneda mexicana, hasta 50 centavos. El diferencial de tasas volvería a ampliarse, incrementando el atractivo del peso.

Cortesía CI Banco

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.