“Las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones… No debería ser que las mujeres sean la excepción”. Ruth Bader Ginsburg, jueza de la Corte Suprema de EUA y luchadora por la igualdad de género.

Esta semana se conmemoran dos eventos importantes: el primero, el Día internacional de la Mujer el 8 de marzo, qué, como cada año, se hace necesario recordar que NO es un evento festivo ni de celebración; es una fecha que busca recordar y evidenciar los temas que afectan la igualdad de oportunidades hacia las mujeres en todos los ámbitos de la vida, de todos los países del mundo. El segundo evento, el 9 de marzo, “Un día sin nosotras”, que busca visibilizar la importancia y extraordinaria contribución de las mujeres en la vida del país, con un paro de actividades por parte de las mujeres, en los ámbitos laborales, educativos e incluso, hasta de su presencia en medios digitales.

Es fundamental seguir recordando (no sólo en esta fecha sino de manera permanente), que hoy vivimos una condición extraordinariamente negativa para las mujeres. Pese a que se han avanzado en algunos temas, persisten profundas inequidades y desigualdad en temas laborales, salariales. de participación política y de acceso a posiciones de dirección y liderazgo tanto públicas como privadas, entre muchos otros. Esta disparidad de oportunidades no solo representa una asignatura pendiente en materia de justicia social; es además un imperativo económico y político. El que tengamos una sociedad más paritaria en donde las mujeres tengan una mayor participación y para ello las acciones afirmativas, con todas las deficiencias que puedan argüirse que tienen, siguen siendo los mecanismos más eficaces para acelerar el rompimiento de estas barreras.

Adicionalmente en nuestro país hoy, es innegable que no sólo enfrentamos una condición extraordinariamente negativa en materia de violencia hacia las mujeres, sino que además esta se exacerbado en los últimos años; cuando en teoría deberíamos presenciar un mayor avance de mecanismos que garanticen la integridad de las mujeres en nuestro país.

Esto último, es fundamentalmente resultado de un deterioro de las condiciones de seguridad, pero de forma complementaria (antes de que alguien venga con su cantaleta de que “a los hombres los matan más”) hoy hay un acentuamiento de la violencia específica hacia las mujeres, por su propia condición de mujer; que incluye violencia sexual, violencia doméstica, tráfico de personas y otros delitos y conductas igualmente reprobables.

Hoy, los movimientos feministas en nuestro país, han sido extraordinariamente claros y puntuales en señalar la falta de acciones específicas, tanto de la sociedad como

del gobierno, para atender sus demandas y en la polarización existente se ha generado en ciertos grupos (con intereses puntuales) una visión perversa, que pretende desde el absurdo, descalificar la validez de estos movimientos, como si fueran políticamente manipulados para favorecer o atacar a determinadas corrientes o posiciones políticas.

Existen además, quienes con una falacia argumentativa, utilizan solamente una pequeña fracción de las posiciones feministas más radicales o extremas (de por si legítimas) para descalificar la validez de todas las demandas de un movimiento, que claramente responde a condiciones objetivas y estructurales de desigualdad y de violencia hacia las mujeres.

Partiendo de la premisa que, en el entorno político de nuestro país, los gobiernos rara vez actúan si no es movidos por un interés político de corto plazo, resulta fundamental que la sociedad civil reconozca la importancia y la urgencia de atender los temas relacionados con la inequidad y la violencia que enfrentan las mujeres.

No hacerlo con un elevado sentido de urgencia, afecta lo más esencial y básico de nuestra convivencia como sociedad y genera un efecto negativo sobre la posibilidad de desarrollo económico integral; así como un efecto de degradación social que debe avergonzarnos.

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo de Mexicana de Becas. [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares