Los estudios más recientes de Organización Mundial de la Salud (OMS) pide a los gobiernos una regulación obligatoria en la publicidad de comidas y bebidas.
Aunque a simple vista un Centro Pediatra. Algunos de los problemas por el consumo constante de este tipo de alimentos son la obesidad, depresión, patologías crónicas o la falta de concentración en las actividades diarias.
Según Statista, 191 países tiene riesgo de padecer obesidad infantil, de los cuales China, India y Estados Unidos presentarán el mayor número de niños con obesidad para 2030. También se encuentran en riesgo países en desarrollo de África, Asia y América Latina.
¿Qué medidas se están tomando al respecto?
El 3 de julio del 2023, la OMS publicó recomendaciones estrictas para la protección de la salud de niños y jóvenes por el consumo de comida chatarra. Ahora la OMS pide una regulación obligatoria por parte de todos los gobiernos hacia la comercialización de alimentos y bebidas procesadas. Pues estudios recientes que llevaron a cabo arrojaron que la comercialización de comida chatarra es un factor de riesgo en la salud de jóvenes y niños.
Los llamamientos a unas prácticas de comercialización responsables no han tenido un impacto significativo. Los gobiernos deberían establecer normativas firmes y exhaustivas”, señala el doctor Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS.
Investigaciones demostraron que la publicidad en torno a alimentos procesados, sí influye en la decisión, elección y preferencia por estos productos, afirma Emma Boyland, profesora de mercadeo de alimentos y salud infantil en la Universidad de Liverpool.
Además, de acuerdo con la El poder del consumidor en un estudio que realizó junto con Tec-Check en el período del 2021 a enero 2022, se encontró la utilización de diferentes redes sociales como una fuente de publicidad de comidas chatarra. En donde utilizan figuras públicas admiradas por el menor para promocionar sus productos.
En palabras de la OMS queda claro que el trabajo que hasta el momento llevan los gobiernos alrededor del mundo para frenar el creciente aumento de casos de obesidad infantil no son suficientes. Por lo cual urgen políticas más estrictas en la regulación de la mercadotecnia y publicidad en torno a comidas chatarra.