Pemex Incidentes, documentos y degradación de calificación

Durante el viernes de la semana pasada la plataforma de Nohoch-A de Pemex en el golfo de México explotó, dejando al menos 2 personas muertas y provocando una pérdida de producción de 700 mil barriles aquel día (37% de su producción total).

Si bien, para el día sábado el productor ya había recuperado 600 mil bpd, se estima que las afectaciones en su producción pudieran alargarse durante todo el mes de julio. Como consecuencia, se proyecta que este déficit de 100 mil bpd en la producción llegará a impactar en un total de 2 millones para final del mes; con un precio promedio durante los últimos 20 días de la mezcla mexicana de 66 dpb, esto se traduce en pérdidas por alrededor de 132 millones de dólares (mdd) en ingreso para Pemex.

Esta explosión sería probablemente la gota que derramaría el vaso, dado que pocos días después, se expondrían documentos (con fecha de junio a agosto del 2022) que revelarían que se han pasado por alto diversos procesos de multas a Pemex por parte del regulador. Las multas, son principalmente relacionadas a falta de permisos correspondientes para perforar en los campos de Ixachi en Veracruz, Quesqui y Tupilco en Tabasco, y también por un incumplimiento en las restricciones en el volumen máximo de gas quemado permitido.

En los documentos, se incluyen fotografías tomadas durante las visitas de los supervisores a las plataformas, dentro de las cuales destaca la imagen de una columna de humo negro emanando de Ixachi, donde gas e hidrocarburos son destruidos por falta de infraestructura.

El proceso para imponer las multas supuestamente avanzó durante todo el verano pasado, dejando pendiente únicamente el monto y la fecha de dichas multas. En dicha documentación no se encuentra mayor explicación de por qué estas multas no han avanzado a un año de lo sucitado.

Cabe destacar, que el presidente remplazó al funcionario de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), y desde aquel cambio fuentes han mencionado que el proceso de multa ha sido obstaculizado; antes de este cambio Pemex ya había sido multado 3 veces por los campos de Ixachi y Quesqui.

De esta forma, todo desembocó en que el día viernes 7 de julio, la calificadora Fitch rebajó la calificación crediticia de Pemex de BB- a B+, lo que implica un aún mayor nivel de especulación. Esta es la tercera revisión a la baja desde que perdió su grado de inversión en junio del 2019. Por su parte, la calificadora fundamentó su decisión en un “desempeño operativo débil” así como el impacto ambiental y social negativo que ha tenido la paraestatal.

Así, de las tres grandes calificadoras, únicamente S&P mantiene a Pemex con una calificación dentro del espectro de grado de inversión en BBB (un peldaño por encima del umbral divisor); mientras que Moody’s le asignó una calificación de B1 (cuatro peldaños dentro del rango especulativo) en julio del 2022, nivel equivalente al B+ de Fitch.

Aún más, la agencia mantendrá la calificación de Pemex en observación negativa, basado en las preocupaciones de la habilidad y disposición del gobierno para proveer liquidez a la paraestatal por los dos siguientes años (donde la empresa encuentra compromisos por 4.6 mil y 10.9 mil mdd respectivamente).

En conjunto, esta revisión deberá verse reflejada en un mayor encarecimiento del costo de la deuda para Pemex, presionando aún más las finanzas públicas del país debido a la disposición (hasta el momento) inamovible de la actual administración de “rescatar” a la petrolera. En este sentido, Fitch estima que el gobierno tendrá que gastar alrededor de 20 mil mdd más de lo que recibe de Pemex en 2026 y 2027 solo para mantenerla a flote; lo cual también podría ejercer presión sobre la calificación y/o precio de los bonos soberanos.

Cortesía InterCam

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