Por Christian Pilotzi
El pasado 6 de abril se conmemora el día de la actividad física, con ello los deportistas presentan malestares frecuentes que no ser atendidas oportunamente se vuelen lesiones crónicas las cuales imposibilitan la actividad física; existen dolores comunes como lo son la zona de los brazos, cadera, rodillas, piernas y la zona de los músculos gemelos tobillo y por último los pies.
El dolor siempre será un aviso que existe algo que empieza a estar mal e ignorarlo no es la mejor idea sobre todo esta zona final del cuerpo, si inicias a presentar dolor repentino aun y cuando no hay una actividad física es una aviso que puedes presentar una lesión más severa, sobre todo una lesión devastadora como puede ser un desgarre o una rotura del mismo talos “Aquiles”.
Todo inicia con un ligero hinchazón sobre todo cuando la actividad y el esfuerzo es repentino, sin un calentamiento y estiramiento previo, si el calzado que se utiliza con frecuencia para la actividad cotidiana no es apto (Ajustado, Zapatillas, suela rígida).
Los signos de la tendinitis de Aquiles incluyen:
• Dolor en la parte inferior de la pierna, justo por encima del talón, generalmente el día después de un entrenamiento o al subir escaleras.
• Movimiento restringido al intentar levantar los dedos de los pies hacia arriba y hacia la espinilla.
• Hinchazón o calor del tendón de Aquiles (indicadores de inflamación).
Si presentas estos síntomas debes de acudir a una valoración por un personal multisiplinario en el área de la salud sobre todo tenga la experiencia en este tipo de situaciones.
Dependiendo de la gravedad, las opciones de tratamiento de la tendinitis de Aquiles pueden incluir:
• Movilidad pasiva, hielo, compresión y elevación.
• Estiramientos de pantorrillas y otros ejercicios que puedes hacer en casa
• Cambiar las actividades de alto impacto (las que implican correr y saltar) por alternativas de bajo impacto durante unas semanas.
• Incorporar lentamente correr y volver a saltar a la rutina, usar mangas de compresión o cinta adhesiva para sostener su tendón.
• Aplicar hielo en el tendón después del ejercicio.
• Implementación de un programa de estiramiento con rodillo de espuma a la medida.
La rotura del tendón de Aquiles es una lesión severa que casi siempre requiere cirugía; La lesión también viene con un proceso de rehabilitación bastante largo. La recuperación de la rotura del tendón de Aquiles puede tardar entre seis meses y un año completo, con unos cuatro meses para reanudar las actividades normales y, a veces, requiriendo fisioterapia hasta por un año. Más vale prevenir que lamentar.
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Christian Pilotzi
Lic. Enfermería – Intensivista – Fisioterapia – Rehabilitación Física