Moody’s Investor Services, una de las principales calificadoras de riesgo a nivel mundial, considera que es poco probable un cambio abrupto en la calificación soberana de México, la cual actualmente se mantiene en grado de inversión con una calificación de ‘Baa2’ y una perspectiva “estable”.
Sin embargo, la agencia ve ciertos riesgos que podrían afectar la perspectiva y el perfil crediticio del país, debido a cambios constitucionales recientes y posibles reformas en el futuro.
Entre las preocupaciones de Moody’s destaca la reforma al Poder Judicial de la Federación, que recientemente entró en vigor. Esta reforma, según Renzo Merino, vicepresidente y analista principal para el Gobierno de México en Moody’s, podría tener efectos directos e indirectos sobre el perfil crediticio del país, especialmente si debilita los contrapesos institucionales que han sido clave en los últimos años.
Otro factor de riesgo señalado por Merino es la iniciativa para la desaparición de algunos órganos autónomos, como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Estos reguladores son esenciales para mantener la competencia económica y la supervisión en sectores estratégicos, y su eliminación podría generar incertidumbre en el mercado y afectar la confianza de los inversionistas.
A pesar de estos riesgos, Moody’s no anticipa un cambio abrupto en la calificación soberana de México en el corto plazo. Sin embargo, Merino subrayó que la perspectiva de la calificación podría revisarse si los riesgos mencionados afectan negativamente el balance de riesgos y oportunidades del país.
La agencia se mantiene vigilante sobre cómo estos cambios estructurales podrían impactar el perfil crediticio del gobierno mexicano en los próximos años.