Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Economía de México, informó que el fallo definitivo sobre el panel de controversias solicitado por Estados Unidos en torno a la prohibición mexicana del maíz transgénico se espera para el próximo 14 de diciembre.
Este proceso comenzó luego de que Estados Unidos optara por una resolución internacional, al considerar insuficientes los dos intentos previos de consultas en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El 22 de octubre, el panel presentó un fallo preliminar, cuyos detalles específicos no han sido revelados públicamente. Sin embargo, diversos analistas y columnistas han sugerido que el resultado podría no ser favorable para México.
Ante esto, México respondió el 6 de noviembre, ofreciendo comentarios y argumentos adicionales. Ebrard indicó que, el 29 de noviembre, el panel informará si acepta estos comentarios antes de emitir el fallo final en diciembre.
La disputa surge a raíz de la prohibición que impuso México a las importaciones de maíz transgénico, una medida adoptada por el gobierno mexicano con base en preocupaciones sobre la salud pública y la preservación de las variedades de maíz nativas.
No obstante, la industria estadounidense sostiene que esta restricción viola los principios del T-MEC al limitar el libre comercio de productos autorizados por sus normas regulatorias.
Este panel de controversias representa una instancia formal y decisiva en la resolución de conflictos comerciales, y su fallo será vinculante para ambos países.
En caso de que el veredicto favorezca a Estados Unidos, México podría enfrentar sanciones comerciales o verse obligado a modificar su política restrictiva sobre el maíz transgénico.
Para México, esta situación plantea desafíos significativos: por un lado, la presión por mantener su postura de protección a la salud y biodiversidad nacionales, y por el otro, la necesidad de cumplir con las disposiciones del T-MEC para evitar repercusiones económicas.
La decisión del panel podría sentar un precedente importante en la aplicación de tratados internacionales para México y los países de la región, así como en la forma en que se regulan los alimentos transgénicos en el mercado norteamericano.