El pasado domingo 19 de enero, Antonio de Jesús Sarmiento y sus hijos, Gael y Alexander, de 9 y 12 años, fueron asesinados en un ataque armado en una carretera de Culiacán, Sinaloa, en un aparente intento de robo vehicular.

Este jueves, una multitudinaria marcha recorrió las principales calles de Culiacán, iniciando en la escuela Sócrates, donde estudiaba uno de los menores, y culminando en el Palacio de Gobierno estatal.

Manifestantes clamaron por justicia y seguridad con consignas como “¡Queremos paz!” y “¡Fuera Rocha!”, exigiendo acciones concretas ante la violencia.

La manifestación escaló en tensión cuando los participantes intentaron ingresar al Palacio de Gobierno, encontrando las puertas cerradas. Esto resultó en la ruptura de cristales y el acceso forzado al edificio, reflejando el descontento y la desesperación de la comunidad por la falta de respuestas ante los hechos de violencia que aquejan la región.

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