Con la inauguración del segundo puente ferroviario internacional que conecta Nuevo Laredo, Tamaulipas, con Laredo, Texas, el sector ferroviario de carga en México refuerza su papel clave en el comercio exterior de América del Norte.
Este puente, dedicado a Patrick J. Ottensmeyer, se une a los siete cruces fronterizos ferroviarios existentes y mejora la conectividad con Estados Unidos y Canadá. Gracias a la unificación de parámetros operativos y de seguridad, el ferrocarril de carga sigue siendo el único medio terrestre que cruza la frontera sin demoras. Con una inversión de 100 millones de dólares, esta obra permitirá aumentar la capacidad operativa en la frontera, donde actualmente cruzan 28 trenes diarios.
Durante la inauguración, encabezada por Keith Creel, presidente y CEO de CPKC, y con la presencia de autoridades fronterizas, estatales y municipales, se destacó la importancia del ferrocarril como motor del desarrollo económico. Francisco Fabila, presidente de la AMF, resaltó que el nuevo puente simboliza crecimiento y cooperación, alineándose con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum de fomentar puentes en lugar de muros.
El sector ferroviario mexicano opera diariamente 61 trenes a través de las fronteras en Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, transportando casi medio millón de toneladas de carga. Además, la agenda de infraestructura contempla la reapertura del cruce en Ojinaga, Chihuahua, y la expansión de procesos aduaneros para optimizar el comercio.
Este desarrollo se suma a la creciente importancia del ferrobuque, que conecta el Istmo de Tehuantepec con la Costa Este de EE.UU., consolidando al ferrocarril como un pilar clave en la logística y la competitividad de México en la región.