El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, anunció que productos electrónicos como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y otros equipos tecnológicos críticos, recientemente eximidos de aranceles elevados, enfrentarán nuevos gravámenes en los próximos dos meses.
Esta medida representa un nuevo ajuste en la política comercial del gobierno del presidente Donald Trump.
Apenas semanas antes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza había informado sobre una exención temporal a productos clave provenientes de China, eliminando el arancel del 125% para dispositivos como microprocesadores, pantallas planas y maquinaria para semiconductores.
Esta exclusión, con efecto retroactivo al 5 de abril, alcanzó cerca de 20 categorías de productos tecnológicos.
Sin embargo, el anuncio de Lutnick marca un cambio en el rumbo, en medio de una estrategia comercial que ha causado incertidumbre en los mercados internacionales desde el llamado “Día de la Liberación”, cuando se presentaron los nuevos aranceles. El giro en la política refleja la intención de Washington de mantener presión sobre Pekín, incluso en sectores estratégicos como el tecnológico.