El colectivo Jóvenes Buscadores de Sonora exigió la renuncia de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al acusarla de incurrir en violencia institucional por su indiferencia ante la crisis de personas desaparecidas en el país.
Señalaron su ausencia en los diálogos encabezados por la Secretaría de Gobernación con familiares de víctimas como una muestra de abandono a su labor.
A esta exigencia se sumó el Partido Acción Nacional (PAN), que también demandó la salida de Piedra Ibarra, argumentando que su gestión ha estado marcada por el desdén hacia las víctimas y la falta de autonomía frente al poder.
El PAN planteó, además, la creación de un mecanismo extraordinario de identificación forense con apoyo internacional, el fortalecimiento del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y la implementación de un Fondo Nacional para Madres Buscadoras, con el fin de dotarlas de herramientas que les permitan continuar su labor de búsqueda.
Ambas posturas reflejaron un creciente reclamo social por una CNDH más activa, independiente y comprometida con la defensa de los derechos humanos, en medio de una de las crisis humanitarias más graves del país.