El más reciente estudio de Ipsos, “Las personas y el cambio climático”, realizado en el marco del Día Internacional de la Tierra, nos muestra la percepción de los ciudadanos alrededor de 32 países sobre la crisis climática, los riesgos que enfrentamos, así como dónde recae la responsabilidad de esta problemática.
En México, la gran mayoría de los entrevistados se mostraron conscientes sobre el cambio climático, el 79% afirmaron estar preocupados por los impactos en nuestro país, superando el promedio global del 74%. Además, el 80% considera que, si como individuos no actuamos de inmediato, estaremos fallando a las generaciones futuras, una cifra significativamente superior al promedio global del 64%.
Para casi 8 de cada 10 mexicanos (77%), el gobierno de nuestro país debería hacer más para combatir el cambio climático, mientras que solo un 25% considera que se le está pidiendo demasiado al país en términos de sacrificios. Por otro lado, apenas el 38% de los entrevistados en México coinciden en que el gobiernotiene un plan claro sobre cómo el gobierno, las empresas y las personas van a trabajar juntos para abordar este tema.
Sobre si México es considerado un líder mundial en la lucha contra el cambio climático, una minoría (26%) de los entrevistados estuvieron de acuerdo.
En nuestro país, solo el 25% confía en las afirmaciones ambientales que hacen las empresas sobre sus productos o procesos. Este es un reflejo de la desconfianza general que también se observa a nivel internacional (22% en promedio), lo cual representa un reto significativo para las marcas que buscan posicionarse como sostenibles. En cuanto a la responsabilidad empresarial, el 71% de los entrevistados en México consideran que, si las corporaciones no actúan ahora, estarán fallándole a sus empleados y clientes.
El estudio también evidenció desconocimiento sobre el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Solo el 24% de los mexicanos identificó correctamente que solo una quinta parte de los ODS están en camino de cumplirse para 2030, mientras que un 38% sobreestimó los avances.
La mayoría de los mexicanos consideran que la transición de combustibles fósiles a energías renovables tendrá impactos positivos en las siguientes acciones: calidad del aire (52%), salud pública (50%), niveles de empleo (52%), seguridad alimenticia (50%), seguridad global (46%) y vida silvestre (46%), mientras que el 35% cree que esta transformación impactará de manera negativa sobre el brote de enfermedades en el mundo.