Empresas tecnológicas aceleran expansión en EE. UU. por reformas fiscales y aranceles

Recientemente fabricantes de semiconductores con operaciones en Estados Unidos incrementan sus planes de inversión, en un contexto donde el presidente Donald Trump promueve una legislación que elevaría los créditos fiscales para el sector. A la vez, la administración federal realiza una investigación sobre importaciones de tecnología de chips que podría derivar en nuevos aranceles.

El Senado aprobó el proyecto conocido como “Big, Beautiful Bill”, el cual contempla un aumento del crédito fiscal del 25% al 35% para las empresas que construyan plantas de producción en territorio estadounidense. Esta cifra supera el incremento del 30% que figuraba en una versión previa del documento, de acuerdo con la cadena CNBC.

Intel, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Micron Technology figuran entre las compañías que podrían beneficiarse, siempre y cuando amplíen su manufactura avanzada en el país antes del año 2026. Además, esta medida amplía los incentivos fiscales incluidos en la Ley CHIPS y Ciencia de 2022. Destinó 39 mil millones de dólares en subvenciones y 75 mil millones en préstamos a proyectos relacionados con semiconductores.

Así, la propuesta debe ser votada nuevamente en la Cámara de Representantes, que ya aprobó su versión del paquete. El presidente solicitó al Congreso que concluya el proceso antes del 4 de julio.

Igualmente, el director ejecutivo de Futurum Group, Daniel Newman, explicó a CNBC que la expectativa de tarifas incrementó la urgencia entre los fabricantes por expandir su presencia industrial. “Dado el riesgo de aranceles, aumentar la fabricación en Estados Unidos sigue siendo una consideración clave para estas grandes compañías de semiconductores“, declaró.

Además, señaló que los créditos fiscales podrían representar una oportunidad para compensar ciertos costos vinculados a las inversiones domésticas. Este escenario fiscal se da en paralelo a una política comercial que busca fortalecer la cadena de suministro interna y reducir la dependencia tecnológica con Asia, mientras se imponen límites a las capacidades de China en el desarrollo de chips avanzados.

Durante un anuncio realizado en la Casa Blanca, el presidente Trump y el director ejecutivo de TSMC, C.C. Wei, formalizaron una inversión adicional de 100 mil millones de dólares destinados a reforzar la producción en Estados Unidos. Este compromiso respalda los objetivos de la administración federal en relación con la repatriación de capacidades industriales estratégicas.

También, desde su primer mandato, Trump expresó una preferencia por medidas arancelarias frente a las subvenciones como método para incentivar la manufactura nacional. Este enfoque contrasta con el marco establecido por la administración anterior, aunque los nuevos beneficios fiscales ampliarán parte de las disposiciones previas.

Pese a estas diferencias, el secretario de Comercio Howard Lutnick indicó recientemente que se encuentran renegociando algunos de los apoyos financieros contemplados en la Ley CHIPS. No obstante, la iniciativa de revocarla, también propuesta por el mandatario, no ha encontrado respaldo legislativo entre los representantes republicanos.

En los últimos meses, empresas como Nvidia, Micron, GlobalFoundries y la propia TSMC aceleraron sus planes de expansión en Estados Unidos. De acuerdo con la cadena CNBC, la tendencia está marcada por la posibilidad de un entorno regulatorio más restrictivo y mayores incentivos fiscales en el corto plazo.

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