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El riesgo de una izquierda más radical en México

El escenario que se presenta desde este inicio de 2017 luce complicado con la fuerte depreciación del peso mexicano, el bajo crecimiento económico, el riesgo de una mayor inflación. El comienzo de una nueva relación bilateral con Estados Unidos parece ser una fórmula ideal para que los partidos de izquierda avancen dentro de la sociedad.

Las reformas estructurales están buscando darle una mejor estructura económica y social al país para generar una mayor riqueza que al final se refleje en los bolsillos de todos los mexicanos. Ése es el reto desde que inició esta administración. Hasta ahora, dichas reformas no han logrado el beneficio pretendido porque el entorno externo ha sido adverso desde 2008, pero también los errores internos de la presente administración, la falta de transparencia, el tema de corrupción, de inseguridad y, además, la falta de una visión “preventiva”, el alto nivel de endeudamiento que enfrenta nuestro país han originado una mayor pobreza. Por ello, si no se logran cerrar las brechas económicas dentro de la sociedad, el riesgo hacia las elecciones del Estado de México, primero, y las presidenciales en 2018 podrían darle un mayor sustento de “esperanza” a la izquierda.

Se ha trabajado en la reforma educativa, en la financiera, energética, en materia hacendaria con gran efecto inicial en 2013, la de telecomunicaciones, de competencia económica, político-electoral y la de “transparencia”, entre otras. Creo que ha sido mucho esfuerzo que se deberá ver reflejado en el transcurso de los siguientes cinco a 10 años. Sin embargo, resultará difícil que la ciudadanía espere tanto tiempo cuando existe un descontento social por los constantes incrementos en precios y, ahora, la transferencia para que sea la sociedad la que responda en lugar del Estado en el caso de la gasolina y del pago futuro del muro que construirá Trump.

Si el Estado fuera totalmente transparente y supiéramos a dónde fue cada peso que pagamos de impuestos, en realidad las cosas se darían con una mayor facilidad. Ser claros, abiertos, responsables y que en verdad hubiera una rendición de cuentas a todos los niveles del servicio público, este aumento al precio de la gasolina hubiera “dolido”, pero la curación sería rápida porque se conocería el destino de ese dinero y su efecto de mayor productividad.

Pero hoy somos, la mayoría de los mexicanos, 80% más pobres por la fuerte devaluación del peso mexicano en los últimos cuatro años, de la cual una parte obedece a factores externos propios de la fortaleza del dólar a nivel mundial, pero otra totalmente interna.

El crecimiento de la economía que ha promediado en estos últimos cuatro años, 2.03% es insuficiente a fin de generar mayor riqueza para todos. Ése es el riesgo de una búsqueda de esperanza por un “cambio”. Por ello, el PRI y el PAN deberán trabajar por un verdadero cambio que refleje y dé certidumbre de una mayor confianza.

Cada error, cada peor percepción, cada mala comunicación se aprovecha política y socialmente por los partidos más radicales de izquierda, tanto Morena en primer lugar como por el PRD.

El peso mexicano se ha depreciado fuertemente, pero en su fórmula de variables que han influido para este movimiento, está el deterioro de las finanzas públicas, el factor Trump y la normalización de tasas de interés y, con ello, en cuatro años pasamos de 11.94 a 22.00. Si a esta fórmula le sumas la variable del riesgo político, seguramente conforme pase el tiempo habrá que darle más peso.

Por ello, señor presidente Enrique Peña, José Antonio Meade y Osorio Chong, como líderes de gobierno, necesitamos corregir bien el rumbo. La tarea interna hay que hacerla y hacerla bien para ser más defensivos ante los efectos externos. Creo que estamos en la última fase para corregir o se corre el riesgo de un cambio de modelo económico de izquierda para México. ¿Se imaginan en ese caso cuál sería el nivel de la divisa nacional?

La inflación en 2017 pudiera ser potencialmente superior a 2016

Terminó 2016 con una inflación en México del orden de 3.36% general, pero la inflación al productor concluyó en 7.73% excluyendo petróleo, lo que refleja el riesgo potencial de un aumento en la inflación durante 2017, en la que, por un lado, la depreciación del peso en 2016 ascendió a 20.5% y en 2017 se registra 3.0% adicional. Por otro lado, el riesgo de un aumento en el costo de la gasolina lleva un incremento natural en el precio de flete o traslado de productos que abarcan a casi todos los sectores de la economía y que, de alguna manera, se corre el riesgo de una transferencia de precios al consumidor.

Algunas instituciones ya consideran un estimado de inflación 2017 en un rango desde 4.70 y hasta 5.20%. La inflación anual en mercancías y servicios se presionaron durante diciembre. Por ejemplo: los alimentos, bebidas y tabaco registraron un aumento anual de 4.40%, la educación se incrementó 4.26% y el ciclo de algunos agropecuarios que al final incidieron en un aumento de 4.31%.

El precio en la gasolina en la que coincido con la calificadora HR Ratings estará determinado en 2017 por:

a) La tarifa impositiva que establece la propia SHCP.

b) Los costos de operación relacionados a la distribución de la gasolina y otros temas operativos de las gasolineras.

 c) Precios internacionales del petrolífero (tomando como referencia la gasolina reformulada, el riesgo de alza en el mediano plazo es significativo).

 d) El movimiento del tipo de cambio peso-dólar en el que existe un problema estructural generado por el alto endeudamiento del gobierno, su bajacapacidad de reducir más y mejor el gasto público (necesario), así como el uso más eficiente del mismo que brinde mayor transparencia y confianza. Además, el factor Trump que, sin duda, ha frenado el tema de inversión y consumo privado que se suma al presupuesto austero del gobierno.

 La divisa nacional podría estar registrando niveles históricamente más débiles respecto al dólar que al considerarse pesos por dólar decimos máximos históricos, pero significa más pesos por cada dólar. Al tema estructural ya comentado, vemos que la llegada el 20 de enero de Donald Trump y sus primeros 100 días en donde querrá definir acciones importantes como la revisión del TLC para América del Norte, así como el riesgo de algún impuesto especial en remesas que pudiera afectar el envío a México y el tema migratorio que podría considerarse relevante.

 También, sin duda, alzas en las tasas de interés por parte de la Fed podrían mantener un ritmo de alza en las tasas locales y el peso mexicano por una probable fortaleza del billete verde en lo general.

Además, existe una presión de evitar nuevas inversiones para producir en México, como lo manifiesta el sector automotriz, en donde claramente el riesgo de un aumento en la tasa impositiva puede hacer viable o no producir en México y exportar a Estados Unidos. Por ello, tasas de impuestos de 20% o más podrían ser negativas para nuestro país y, en su caso, seguir frenando proyectos ya definidos como fue el caso de Ford o, bien, evitar nuevas oportunidades de inversión. Pero también se puede abrir hacia el sector de alimentos y bebidas procesadas, productos agropecuarios, de tecnología y material eléctrico, energético, minería (plata).

T: @1ahuerta

Balance negativo de la economía de México en la primera semana del año

México inició la primera semana del año con fuertes movimientos en los mercados financieros, pero también con grandes movilizaciones sociales en diversos estados de la República ante la inconformidad por el anuncio “desmedido” del aumento en los precios de la gasolina a partir del 1 de enero, pero “abusando” y perjudicando a empresas especialmente comerciales con saqueos. También se dieron algunos anuncios de cancelación de inversiones que ya estaban en proceso en México, como fue el de Ford en San Luis Potosí y algunos tuits de Donald Trump que siguen amenazando a empresas que producen en México y venden en Estados Unidos como Toyota con incrementos en impuestos.

El gobierno mexicano a través del presidente Enrique Peña Nieto estuvo más activo al anunciar el nombramiento del nuevo secretario de Relaciones Exteriores de Luis Videgaray Caso en lugar de Claudia Ruiz Massieu para tratar de aprovechar la relación con la familia de Donald Trump y buscar evitar fuertes ajustes en las revisiones del Tratado de Libre Comercio y el tema migratorio que afecte los ingresos por remesas y problemas sociales y familiares con mexicanos que hoy viven y trabajan en Estados Unidos.

También el presidente Enrique Peña Nieto habló de lo que será 2017 tocando dos puntos importantes como el aumento en los precios de la gasolina al comentar la justificación del gobierno para llevarla a cabo y la relación bilateral con el vecino del Norte.

El efecto se vio en los mercados. La válvula de escape, como sabemos, es nuestro tipo de cambio. El peso mexicano llegó a tocar niveles al mayoreo en 21.62 que llevaron a una depreciación intrajornada el 5 de enero de 4.1%, pero hacia las 7:15 horas, el Banxico inició intervenciones directas en el mercado cambiario y el 6 de enero lo hizo en el mercado de Asia con la idea de “ordenar” condiciones para el inicio de la jornada en México.

El resultado fue positivo hasta el momento. El peso terminó en el valor spot en 21.26, aun así registró una pérdida semanal de 2.39%. El problema que vemos hacia adelante es que las condiciones de la estructura fundamental de nuestra economía siguen débiles y la llegada de Donald Trump el día 20 de enero hará que cualquier apreciación sea “limitada”. Seguimos esperando que el peso mexicano registre niveles históricamente más débiles en el primer semestre del año, que siga perdiendo terreno y este efecto del Banxico sea sólo para limitar más especuladores en el mercado.

La Bolsa terminó ganando 0.94% al cierre de la semana al ubicarse en 46 mil 71 puntos. El mercado sigue mostrando revisiones por sectores.

Consideramos que el sector comercial y de consumo interno pudiera verse afectado en el primer semestre del año. La revisión del TLC con Estados Unidos podría perjudicar a empresas del sector automotriz, aunque ya han descontado parte de ello algunas. El sector ligado a materias primas podría verse más favorecido por el entorno de los precios del petróleo, aunque dependerán de la velocidad de la Fed para el alza en las tasas de interés en el año y la fortaleza del billete verde.

De las tasas de interés, la curva de tasas domésticas se incrementó tanto en las de corto plazo como en las de mayor plazo. Consideramos que la tasa de referencia del Banxico, la tasa del fondeo diario, estará subiendo de 100 a 200 puntos adicionales y, en ese caso, nos preocupa la calidad y crecimiento del crédito del sistema bancario, especialmente en el segundo semestre de 2017.

El tema social puede incidir en lo económico, por lo que el tiempo juega en contra de la confianza para la inversión y consumo. La transparencia en los gastos y uso de los recursos por parte del Gobierno federal es relevante. Hoy no se tiene y la sociedad pierde poder adquisitivo día a día.

T: @1ahuerta

El Banxico despertó

Desde febrero de 2016, cuando el Banxico junto con la SHCP determinaron una modificación en la política fiscal, monetaria y cambiaria, el banco central no había intervenido en el mercado cambiario. En aquel momento, el peso logró recuperarse de 19.44 hasta 17.24 para marzo. Sin embargo, desde ese nivel mínimo a la fecha, la divisa nacional se ha depreciado 24.5% y fue hasta ayer cuando vuelve a intervenir. No se sabe el monto ni el número de intervenciones directas en el mercado, y será hasta el próximo martes cuando se conozca el estado de cuenta a través del nivel de reservas y sepamos lo realizado ayer.

Al nerviosismo por el entorno interno social, económico y político se le suma la cercanía del inicio de Donald Trump en la Presidencia de Estados Unidos y ha sido suficiente para acumular en el año, perdón, en tan sólo cuatro días, una depreciación de 3.35%, después de un 2016 donde el peso mexicano perdió 20.5%.

Por un lado, es bueno intervenir directamente en el mercado porque se reduce el tema de “especulación”. Sin embargo, cuando hay desconfianza y condiciones fundamentales en riesgo, la recuperación sostenible es cuestionable.

Demos un poco de tiempo para ver hacia el 20 de enero con el inicio de Trump cómo va desarrollándose la divisa nacional y desde nuestro punto de vista el Banxico está midiendo los riesgos operativos que se presentan. Sólo basta con recordar que el movimiento diario alcanza los 110 mil millones de dólares y en donde 80% se mueve fuera de México y el 20% restante es local para darnos una idea del efecto que se puede tener.

Analizando la minuta de la FED

La minuta de la Fed, conocida el miércoles pasado, reflejó un voto unánime en el incremento de 25 puntos base y un tono ligeramente más “restrictivo”. Uno de los asuntos importantes fue que la “incertidumbre” reina sobre la forma en que irán delineando la política fiscal y económica para el nuevo período de la administración y su efecto sobre el crecimiento de la economía y la inflación.

La mayoría de los miembros actuales de la Fed consideran un balance de riesgos al alza por la política fiscal “expansiva” que puede llevar Trump. Es decir, ya en el inicio de la actividad del Congreso americano existe una agenda para trabajar en eliminar el Obamacare, la reducción de impuestos, bajar los niveles de regulación financiera y ambiental, así como incrementar proyectos de infraestructura. Además, estarán los temas comerciales que destacarán los relacionados a México y China.

Aterrizado a mercados, el instrumento referente es el bono a 10 años, que es la herramienta más líquida a nivel mundial. Éste llegó recientemente a un nivel no visto desde septiembre de 2014, en 2.62%, para estar en estos momentos sobre niveles de 2.35%. Es probable que por el momento presente movimientos más laterales antes de volver a presionarse. Significa que el movimiento de alza siguiente para la Fed será entre marzo y junio, una vez conocido el inicio de la administración de Trump, la relación que llevará con el Congreso, el estatus de la inflación y el propio crecimiento y dinamismo que vaya mostrando la economía.

Pero la minuta mostró también que los funcionarios podrían señalar un ritmo incluso más agresivo de alzas de tasas si las presiones inflacionarias se incrementan. Trump prometió en su campaña a la Casa Blanca hacer en los siguientes años que la economía duplique su tasa de crecimiento y “reconstruir” la infraestructura del país.

T: @1ahuerta

 

Pesadilla para México y Realidad Americana

Empezamos a sentir lo que será parte del proceso del nuevo vínculo bilateral con Estados Unidos. La presión de Donald Trump por mantener empleos e inversiones en su país ha generado una fuerte presión hacia economías con las que su relación comercial es importante como es el caso de México y de China.

Con respecto a nuestro país, el vínculo comercial alcanza más de 530 mil millones de dólares anuales apoyado por un acuerdo de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. La mano de obra más barata y una producción de calidad con beneficios fiscales para muchas empresas hicieron que nuestro territorio creciera en la maquila, producción y exportación.

Hoy, Donald Trump está presionando para frenar nuevas inversiones en nuestro país. En especial lo hace con el sector automotriz. Ayer, Ford anunció la cancelación de un proyecto para una planta en San Luis Potosí por mil 600 millones de dólares y el efecto se sintió sobre el tipo de cambio de inmediato que llegó a concluir en el mercado interbancario en 21.11 pesos por dólar. Es el inicio solamente.

Para la economía de Estados Unidos, el escenario de 2017 se ve positivo con una expectativa de crecimiento anual alrededor de 2.2-2.3% respecto de 1.9% que habría concluido probablemente en 2016.

Inversionistas y sociedad americana quieren ver en acción ya al Presidente electo, Donald Trump, y será a partir del 20 de enero próximo. Esperan, durante los primeros 100 días de gobierno, acciones claras que den luz de lo que verdaderamente será su administración, y además, quieren ver la relación y alcance que tendrá con el Congreso que tanto en la Cámara alta como en la Cámara baja son republicanas.

Los mercados han asumido la posibilidad del descenso en impuestos tanto para personas físicas como para las empresas, pero habrá que ver si será por etapas y el porcentaje de ajuste que al final serviría para un mayor consumo, ahorro o, en su caso, nuevas inversiones, y si en dado caso hay un mayor estímulo para las compañías que generen nuevos empleos o regresen su capital al país.

También han asumido la posibilidad de reducir algunos niveles de regulación como es el caso del sector financiero, que permitirían al sector bancario, por ejemplo, generar una mayor operación y formas de más ingresos frente a un alto costo de la regulación actual.

Trump se ha comprometido a incrementar el gasto en infraestructura, para lo cual buscará el apoyo de la iniciativa privada, pero necesariamente deberá recurrir a un mayor endeudamiento. A todo esto le hemos llamado un “crecimiento apalancado”, por lo que es probable ver, por un lado, una presión hacia la inflación futura y, como consecuencia, un aumento en las tasas de interés durante el presente año.

Por cierto, en unas horas estaremos conociendo las minutas de la Fed de la reunión pasada del 14 de diciembre, que nos dará una pauta de cómo le hará la Fed para llevar la economía sin un claro “sobrecalentamiento”.

Así, consideramos que las bolsas seguirían buscando probar sus niveles máximos históricos y quizá durante los primeros 100 días de gobierno mantengan cierta confianza futura. Será en el segundo trimestre del año cuando se vea si las bolsas conservarán su tendencia de alza o, bien, empezará un proceso correctivo de un movimiento de alza generado desde 2009. Las tasas de interés podrían incrementarse alrededor de 100 a 125 puntos base, que presionarán el alza en toda la curva y un dólar que parece iniciar con ímpetu al menos en estos primeros meses.

Así, todo este escenario se encamina a que la Fed tendrá que lidiar con la “divergencia” de políticas monetarias frente a la Zona Euro, Japón y China como economías representativas. El riesgo de un aumento en la inflación de Estados Unidos parece más claro, tanto por la base estadística como por el propio incremento en precios de materias primas.

La moneda está en el aire. Inversionistas americanos dan un nuevo voto de confianza a la próxima administración. El otro tema será el manejo de la política exterior de Trump, en donde parece que la relación con China será tensa y quizá busque alianzas con Rusia, lo que llevaría a fortalecer el sector defensa y contrarrestar lo que sucede en Medio Oriente y las amenazas continuas de Corea del Norte.

La gasolina… la gota que derramó ¡¡¡la inflación!!!

Qué cierre del año tuvimos. Baja operación en los mercados financieros por las festividades de Navidad y Año Nuevo, con un gobierno que aprovecha el momento para anunciar un aumento de gran magnitud en el precio de las gasolinas, en medio de un desabasto claro por la especulación en varios estados de la República.

Lo que nos faltaba, llegó. El aumento de entre 14 y 20% en el precio de la gasolina como parte de su liberalización tendrá efectos en el ajuste de precios de productos y servicios que, indudablemente, llevará a la inflación a ubicarse entre 4.5 y 5.0% en el primer semestre del año. La depreciación del peso mexicano de 20.5% en 2016 ya traería consigo esa presión sobre la inflación para este año y la puñalada que significó el aumento en la gasolina la llevará a niveles superiores.

Ojalá que este incremento en precios se viera reflejado en un ahorro y/o pago de servicio de deuda para evitar un mayor endeudamiento. Sin embargo, lo que creemos es que a las calificadoras les servirá para dar más tiempo y evaluar si ese recurso generó alguna productividad en el gasto, el ahorro o en la disminución de deuda antes de decidir si bajan la calificación crediticia.

Mientras tanto, los mercados en México concluyeron mixtos. El accionario (IPyC) registró una plusvalía de 6.2% en el año a pesar de haber tocado máximos históricos en agosto pasado y ganancias en aquel momento de más de 13%. Las expectativas del triunfo de Donald Trump y un escenario 2017 de menor crecimiento, con riesgo sobre la inflación y tipo de cambio adicional, llevaron a redefinir sectores y empresas con potencial de crecimiento por un lado o bien, empresas y sectores que podrían verse afectados.

El año 2017 parece mostrarse con riesgos al menos en los primeros meses, cuando se tendrán los primeros 100 días de la administración Trump, el inicio del Brexit, las elecciones en Francia y el bajo crecimiento de nuestra economía ante una recorte en gasto público del gobierno, bajo nivel de consumo e inversión, tanto pública como privada, menor disponibilidad de flujo para la sociedad y un mayor endeudamiento también por el incremento en las tasas de interés y cuya tendencia seguirá al alza este año.

El peso mexicano concluyó en 20.74 pesos en el interbancario, registrando una depreciación anual de 20.5% (59% si consideramos lo que va de esta administración) y al menudeo sobrepasando los 21.00 a la venta. Salvo una reacción con velocidad al alza en los precios del petróleo, hoy no vemos alguna señal que diera un posible cambio de tendencia en la cotización.

Por ello, si llegamos a ver movimientos entre 20.40-20.20 pesos en el interbancario, no dudemos de acumular dólares si se necesitan. En la medida que se acerque el 20 de enero y la entrada de Trump al Gobierno de Estados Unidos, el peso podría presionarse y es altamente probable que en el primer semestre del año veamos nuevos máximos históricos o, más bien, niveles históricamente más débiles del peso frente al dólar.

La tasa de interés terminó el año en 5.75% y la expectativa en 2017 será de un aumento de 100 a 200 puntos base adicionales, por un lado, la presión internacional de la Fed que manifestó la posibilidad de subir de 2 a 3 veces su tasa de referencia así como el riesgo de la inflación en México, veremos tasas del orden de 7.0% cuando menos en el fondeo diario, así que llevemos la curva a un proceso de alza mayor.

A pesar de estos riesgos, les deseo un extraordinario 2017 lleno de salud y éxitos personales y profesionales. Cuidemos nuestras inversiones, los gastos y nuestro bolsillo. Será como mejor nos defendamos.

T: @1ahuerta

El dilema de la liberación de los precios de la gasolina en 2017

Hicimos un análisis de los precios de la gasolina reformulada en los mercados internacionales y nos queda un sabor de boca medio amargo, porque tras una caída similar en costos entre 2014 y 2016 a los precios del petróleo, se conforma una figura técnica que podría llevar el valor a una alza entre 11 y 28%.

Un análisis reciente de Citibanamex considera que habría un aumento promedio del orden de 22.5%, en el que tanto la depreciación reciente de la moneda mexicana y el alza sostenida en el precio de la gasolina tendrían impacto. Es probable que si dicha condición se cumple, el efecto sobre la inflación al consumidor será de aproximadamente 95 puntos base, con lo que claramente superará 4.0% anual. Además, actualmente existe un fuerte spread entre el precio al productor vs. el consumidor en más de dos veces.

Un aumento en la gasolina generará un posible incremento en cascada de precios, por lo que no hay duda de que el Banxico mantendrá la tendencia de alza en las tasas de interés.

En enero, la SHCP establecerá los precios regionales máximos que reconocerán el costo de producir, transportar y almacenar gasolinas y diésel. Después iniciará la liberación de los costos de la gasolina a partir del 30 de marzo próximo en los estados de Baja California Norte y de Sonora. El 15 de junio le tocará a los estados del norte de la República como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y parte de Durango. Todos estos estados tienen una competencia más evidente con el sur de Estados Unidos. En estos estados se presenta 27% del consumo total.

Pasarán seis meses para iniciar la liberación en el resto del país. El 30 de octubre serán los estados de Baja California Sur, Sinaloa y la otra parte de Durango. El 30 de noviembre serán Aguascalientes, Ciudad de México, Colima, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Estas entidades representan 62% del consumo total.

Finalmente el 30 de diciembre terminarán de liberar los costos en Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

CONCLUSIONES DE 2016 Y VISIÓN PARA 2017

Después de varios eventos importantes, pero quizá tres relevantes, las inversiones en petróleo fueron las de mayor rentabilidad, a pesar de la alta volatilidad que experimentan estos instrumentos. El precio del cobre también fue uno de los ganadores, así como las bolsas de Estados Unidos y de Reino Unido, las primeras en espera de una visión de crecimiento apalancado y la segunda al revaluarse los activos después de la depreciación de la libra.

Para 2017 estaremos viendo, por un lado, la expectativa de la economía de Estados Unidos ya con la nueva administración. Es probable que las bolsas americanas encuentren “techos” importantes en el primer trimestre del año. Las tasas de interés se mantendrán con una trayectoria al alza, aunque el mercado genera expectativas de un siguiente movimiento en tasa hacia el mes de junio.

Europa tendrá el tema de elecciones en Francia y Alemania, el inicio del proceso de salida del Brexit y la posibilidad de que el BCE vaya reduciendo las compra de activos.

En Asia, consideramos que China crecerá a un ritmo de 6.5% frente al actual en 6.7%, pero es probable que sus reservas internacionales seguirán cayendo y su divisa, el yuan, podría depreciarse al menos entre 2 y 5% adicional. ¿Habrá guerra comercial con Estados Unidos?

En México, esperamos un primer semestre incierto y uno segundo con un mejor perfilamiento. Se estima un PIB debajo de 2.0% anual, que el peso se pueda acelerar en un principio al alza para estabilizarse hacia el final del año; la bolsa la vemos por ahora con precios justos, posibles bajas en los primeros meses y después una reacción al alza.
¡Aprovecho para desearles felices fiestas! ¡Gracias por ser parte de su lectura, y nos vemos iniciando 2017!

T: @1ahuerta

La economía de China podría dar un susto en 2017

Parece que después del efecto negativo en los mercados en enero pasado, la economía de China pasó desapercibida en medio de un intento por parte del gobierno de ese país por mantener las condiciones de un crecimiento sano.

Si recordamos un poco, en enero de este 2016, los mercados registraron caídas de 5 a 10% en tan sólo tres semanas ante el riesgo de una desaceleración abrupta en el desarrollo de China. Se especulaba que su tasa de crecimiento podría caer a 5.0% y había quien decía que sería de tan sólo 2 ó 3% y que la información conocida era manejada por el mismo gobierno.

Poco después se ha visto que la economía registró en los primeros tres trimestres tasas de crecimiento anual del orden de 6.7%, y parece que su proceso de cambio de paradigma de una economía maquiladora a una de consumo interno está siendo bien ordenado.

Actualmente nos llama la atención dos cosas:

La caída en las reservas internacionales de una manera importante y la depreciación “silenciosa” que muestra el yuan a lo largo de este año y que alcanzaría su peor descenso en 20 años frente al dólar.

Las reservas internacionales a lo largo de 2016 se han ajustado a la baja -5.5%, y desde que registró su mayor nivel en junio de 2014 ha mostrado una baja del orden de -23.6%. En contraparte, el movimiento del yuan ha venido en este 2016 desde 6.48 yuanes a los niveles actuales en 6.951 con una depreciación de 7.15%.

En agosto de 2015, cuando el gobierno decidió depreciar 3% su divisa, el resultado fue escandaloso en los mercados con aperturas a la baja en las bolsas hasta en casi 10% en algunas emergentes y, poco a poco, digerir qué estaba sucediendo con esta economía.

Hoy, a pesar de una mayor depreciación, el hecho de hacerlo pausado quizá esté siendo bien tomado por los manejadores de grandes fondos internacionales.

Desde octubre de 2015, la salida de capitales de la economía china es constante y el gobierno ha tenido que utilizar parte de sus reservas internacionales para tratar de estabilizar y ordenar el mercado de divisas.

Se estiman salidas mensuales promedio del orden de 50 mil millones de dólares y en noviembre alcanzaron 69 mil 200 millones de dólares, de acuerdo a algunos informes de Goldman Sachs.

Si analizamos bien el movimiento del yuan, actualmente supera un nivel relevante de 6.85 yuanes, en el que permaneció estable por dos años cuando se dio la crisis financiera e hipotecaria en Estados Unidos en 2008.

Técnicamente permanece dentro de un patrón de alza, cuyo objetivo proporcional estaría entre 7.10 y 7.30 yuanes por dólar, un rango en el que podría ubicarse en el transcurso de 2017. Pero esto significaría mayores salidas de capital, mayor caída de las reservas internacionales y, por ende, un riesgo de que el gobierno tenga que seguir manipulando el gasto público e inversiones para tratar de mantener un ritmo de crecimiento que quizá no deba ser.

Las expectativas para 2017 rondan sobre un crecimiento de la economía del orden de 6.5%, lo que significaría que el proceso de desaceleración gradual continuaría adelante. Sin embargo, una depreciación adicional de la moneda podría causar malestar y un pretexto de manipulación de la divisa china como lo ha manifestado el Presidente electo, Donald Trump, y la guerra comercial tome mayor forma entre Estados Unidos y China, la imposición de mayores impuestos a productos chinos que lleguen a territorio estadunidense.

 T: @1ahuerta

Visión diferente de economías y mercados

Estamos a un par de semanas de concluir 2016, un año en que los diferentes eventos nacionales e internacionales incidieron en las tendencias de los mercados financieros globales. La volatilidad fue una de las características muy claras que se dieron por momentos. Quizá vale la pena recordar tres acontecimientos relevantes:

1. En enero iniciamos las primeras semanas con un riesgo de desaceleración mayor a la esperada de la economía de China, que trajo como consecuencia una baja importante en los precios del petróleo y de muchas materias primas industriales.

Hay que recordar que China es el segundo país en tamaño con un valor del PIB estimado en cerca de 11 trillones de dólares, pero el que mayor aportación registra al crecimiento mundial por arriba de los Estados Unidos. La demanda de insumos resulta primordial y el efecto es directo en el comportamiento de mercados.

Las bolsas cayeron en un orden de 5 a 10% en cuestión de semanas, las tasas de interés fueron altamente demandadas por aversión al riesgo y el dólar se fortaleció especialmente ante divisas emergentes.

2. A finales de junio, con la decisión en favor del Brexit, en el que todas las encuestas y casas de apuestas daban 80% a la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea y el resultado “sorprendió” a los mercados con el triunfo de aquéllos que buscaron la salida de este país.

Los mercados vivieron momentos de mucha tensión en un par de días. Las caídas de mercados también fueron del orden de 5.0%, algunas divisas mostraron fortaleza y otras debilidades como fue el caso de la libra esterlina, que inició una depreciación más acelerada y que, por cierto, al cierre del viernes pasado acumula una pérdida de valor frente al dólar del orden de 15.4%.

Lo curioso fue el “cambio repentino” de sentimiento. El hecho de saber que sería un evento en el que faltaría “mucho tiempo” para su ejecución generó una reacción de alza posterior en los mercados. Sentimos que fue como una inyección de gasolina que inclusive alcanzó en varias bolsas nuevos niveles históricos en el transcurso de los siguientes meses. Ése fue el caso del índice de precios y cotizaciones que marcó un nivel en 48 mil 956 puntos con una plusvalía en ese momento de 14%.

3. El tercero y último fue el resultado electoral en Estados Unidos, en el que, de nuevo, las encuestas y casas de apuestas deban una probabilidad al menos de 80% de triunfo al Partido Demócrata con Hillary Clinton. Conforme se empezaban a conocer los resultados, el movimiento en los mercados de divisas fue muy claro con una “debilidad de muchas de ellas” frente al billete verde, incluyendo desde luego al peso mexicano, una expectativa de caída de hasta 5% en los futuros de las bolsas a la baja, caídas también relevantes de materias primas.

Pero algo sucedió en el transcurso de las operaciones en Asia y Europa, que llevó a moderar mucho estos retrocesos en los mercados y la reacción de las bolsas americanas “cambió” de una forma contundente. Aquella visión y sentimiento que generaba el candidato Donald Trump llevó a analistas y manejadores de fondos a analizar de manera muy precisa su visión de la economía americana y las modificaciones: reducir impuestos para aumentar el nivel de consumo, un mayor gasto a la infraestructura, menores regulaciones en varios sectores de la economía, darle valor al “orgullo americano” dio un cambio en la perspectiva de los mercados.

Actualmente, las bolsas en Estados Unidos registran alzas entre 8.5 y hasta 13.9% como el Dow Jones, las tasas de interés han reaccionado al alza más de 30 puntos base en el año, pero desde los mínimos alcanzados 123 puntos base en el caso del bono a 10 años y que llevó a la Fed a reiniciar el alza en tasas de interés.

En México, la perspectiva de la economía se apretó aún más, el freno en inversiones del sector privado se sumó a la necesidad de recortes de gasto público y a un sentimiento negativo de la confianza y transparencia de todo el sector público. El resultado: el peso se ha depreciado 19%, el Banxico ha tenido que aumentar 250 puntos base la tasa de referencia y la bolsa con tan sólo 5% de plusvalía… Visiones diferentes sobre la perspectiva económica en 2017 entre Estados Unidos y México.

Se acerca la reunión de la FED

El próximo 14 de diciembre la FED estará decidiendo el rumbo de las tasas de interés en medio de una economía que viene recuperando crecimiento en el segundo semestre del año, pero también con el nuevo escenario de la administración Trump que buscará mantener el ritmo de crecimiento de la economía a través de reducir los impuestos a personas físicas y empresas, mientras que buscará un mayor dinamismo en la parte de infraestructura con inversión del gobierno y de la iniciativa privada.

La tasa de interés en el bono a 10 años subió desde el 08 de noviembre pasado más de 60 puntos base llegando a tocar 2.5%. Es probable que reduzca la velocidad de alza pero actúa ya en un rango diferente que puede anticipar que la FED subirá la tasa de referencia en 25 puntos base.

Hasta ahora, los mercados accionarios americanos han actuado en zona de máximos históricos con algunos sectores beneficiados como el financiero que podría mejorar su rentabilidad con el aumento en las tasas de interés y además cabe la posibilidad de reducir la regulación financiera.

La inflación actualmente se ubica en una tasa anual del 1.6% y es muy probable que durante el primer trimestre del 2017 se ubique en el 2.0%, por lo que estará incidiendo en la decisión de la FED.

En cuanto al empleo, el promedio mensual de creación de los últimos 12 meses asciende a 188 mil plazas con una tasa de desempleo en 4.6%, el nivel más bajo desde noviembre 2007. También refleja el pleno empleo e incidirá en la FED para retomar el aumento en la tasa de interés.

Así, estamos a una semana de que se lleve a cabo la reunión de política monetaria de la FED. Esperamos un aumento de 25 puntos base pero con un comunicado más “restrictivo” para que en el 2017 se tenga cuando menos de dos a tres aumentos más y en una de esas sorpresas, una alza repentina de 50 puntos.

Seguramente, esta decisión y comunicado de la reunión de diciembre podrían presionar negativamente a los mercados accionarios de casi todo el mundo así como mover los “spread” de bonos desarrollados y emergentes al alza vs el bono a 10 años americano y un dólar que seguirá con cierta “fortaleza” en relación a la canasta de divisas y monedas emergentes que incluyen al peso mexicano.

T: @1ahuerta

 

Agustín Carstens orgullo o traición

 

Qué difícil decisión tuvo que tomar el Dr. Agustín Carstens la semana pasada en medio de un momento de gran incertidumbre sobre el rumbo y condición de la economía mexicana pero en la que ha contribuido por 36 años como servidor público. Las oportunidades llegan de repente y quizá si uno esperara el “momento oportuno”, seguramente las perdería.

Eso no significa ser “traidor” como algunos lo han llamado. Agustín es una persona con gran trayectoria que como todos, tiene aspiraciones y objetivos en la vida profesional, personal y de familia. Agustín “no es México” aunque en los últimos años especialmente ha contribuido a la estabilidad económica del país.

Se va en un momento difícil? Sin duda porque en México reina la “incertidumbre” sobre la nueva relación bilateral que tendrá con Estados Unidos y con riesgos de entrar a una tendencia de alza en las tasas de interés americanas que significa un riesgo alto de movimientos de flujos de capitales.

Banxico ha tenido de subir 200 puntos base las tasas de interés en este año y seguramente las seguirá aumentando en su próxima reunión. La depreciación acelerada del peso mexicano en casi un 20% en el 2016 ha generado una brecha fuerte entre los precios al productor y al consumidor que empieza a traspasar los precios al producto, servicio o bien final. Las expectativas de inflación anual de algunas instituciones para el 2017 alcanzan el 4.7%.

El gobierno federal tendrá una tarea muy difícil para el 2017 con un presupuesto muy austero y una necesidad de alcanzar pronto un punto de “inflexión” en la relación deuda / PIB. El desempeño de la presente administración ha tocado “el límite de lo razonable”, requiere de acciones decisivas para mantener el “orden y estabilidad macroeconómica” en medio de un entorno internacional muy complicado. La calificación crediticia está en juego.

Agustín, estamos orgullosos que un mexicano con tu perfil dirija al banco de bancos centrales. Es un “premio” al esfuerzo de 36 años. Banxico tendrá un nuevo gobernador con perfil institucional que tenga un amplio conocimiento del sistema financiero, del manejo de la política monetaria y un liderazgo propositivo y con “autonomía” como tú.

Escribimos un poco de la semblanza profesional de Agustín Carsterns:

Inició su carrera en 1980 en el Banco de México y en 1989 fue nombrado tesorero internacional al tiempo que fungió como representante del Banco en las negociaciones de los Bonos Brady de la deuda externa mexicana.

Fue tesorero, se desempeñó como jefe de asesores del gobernador del Banxico, director general de Investigación Económica, fungió como director ejecutivo en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A partir del 2000 y al 2003, el doctor Carstens fue subsecretario del ramo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y posteriormente se incorporó al Fondo Monetario

Internacional como subdirector gerente, en donde se hizo cargo de la relación del Fondo con aproximadamente 70 países miembros.

En octubre de 2006 se incorporó como miembro del equipo de transición del entonces Presidente electo Felipe Calderón como coordinador del área económica y encargado de diseñar la estrategia económica-financiera de esa administración y fue nombrado Secretario de Hacienda y Crédito Público, puesto que ocupó hasta el 9 de diciembre de 2009. Siendo Secretario de Hacienda, el doctor Carstens se desempeñó también como presidente del Comité de Desarrollo del FMI y del Banco Mundial de marzo de 2007 a octubre de 2009.

El 9 de diciembre de 2009 fue propuesto por el entonces Presidente Calderón como nuevo integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México y a partir del 1° de enero del 2010 fue nombrado gobernador del Banco de México donde ha permanecido hasta ahora.

El 10 de enero de 2011, el consejo del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) eligió al doctor Carstens como nuevo integrante de dicho Consejo y ahora lo invita a presidir la institución a partir de octubre del 2017 por lo que presentó su renuncia ante el presidente de México, la cual será efectiva el 1 de julio de 2017.

Se tendrá que buscar desde ahora a la persona idónea pero también totalmente transparente y confiable hacia la institución pero también al sector financiero nacional e internacional. El presidente Peña Nieto y el propio gobierno federal tienen una tarea “de mucha calidad, transparencia y precisión”.

T: @1ahuerta

Se acercan grandes definiciones en los mercados

Los mercados se encuentran en un momento de grandes definiciones. Pero hablamos a nivel internacional en donde las bolsas en Estados Unidos han alcanzado recientemente nuevos niveles históricos dentro de un ambiente en donde la administración Trump tratará de mantener la actividad interna principalmente, generada por el sector servicios que le permita transitar con un crecimiento moderado al menos. El reto será darle un nuevo vigor al comercio internacional que le permita que su producción industrial y su balanza comercial retomen un mejor camino.

La tarea no está fácil. Vemos grandes posibilidades de que el Dólar se mantenga “fuerte” respecto a la canasta de divisas y con respecto a varias monedas emergentes al menos, pero en el que sin duda estará el peso mexicano.

China será un protagonista también dentro de este proceso. Primero por el tamaño de economía de ambos países y por la contribución al crecimiento mundial en el que ambos son los principales.

China está transitando de una economía maquiladora y de exportación a una economía de consumo interno. Le está llevando tiempo y un gran esfuerzo en el que el gobierno intenta mantener un crecimiento “sano” de su economía. Las reservas internacionales se han caído casi un 7.0% en lo que va de este año y la depreciación de su divisa, el yuan, se ha depreciado casi lo mismo en este 2016.

El equipo de Donald Trump busca que China no deprecie su moneda pero eso implicaría seguramente sacrificar “crecimiento” y una pérdida de mercado exportador. Hay que recordar que China tiene el 19% de tenencia de los bonos del tesoro y por ello, Trump deberá de trabajar en un plan que beneficie a ambas partes. De lo contrario ambos “pierden”. El querer imponer nuevas tasas de impuestos a los productos chinos no será tan sencillo.

La actividad económica en Estados Unidos va mejorando. El último dato del PIB al 3er trimestre en su segunda revisión alcanzó tasas del 3.2% por lo que podría concluir el 2016 entre 1.8 y 2.0% anual, nivel acorde a su condición actual de creación de empleos ( en promedio 200 mil por mes). El problema es que la inflación va en camino hacia el objetivo de la FED por lo que no hay duda de que éste banco subirá al menos los 25 puntos base la tasa en diciembre pero en el 2017 podría aumentar su velocidad de alza. El querer bajar impuestos y generar mayor actividad en la infraestructura llevará a un crecimiento económico más apalancado con mayor riesgo inflacionario.

Así, el dólar seguirá “fuerte” y la tendencia de las tasas de interés americanas irán al alza, al menos en el caso de México que deberá ajustarse a los temas de flujo de tenencia de extranjeros y movimientos de bancos, lo que ha presionado a BANXICO a tomar una posición más “firme” al alza.

En el caso de México,  la actividad se verá perjudicada por varios frentes externos e internos. La bolsa tendrá menos atractivo y una mayor competencia vs el costo del dinero y para el 2017 es probable verlo cuando menos 100 puntos base arriba la tasa de referencia. El peso seguirá como válvula de “escape”. Los inversionistas tendrán que ser más selectivos y voltear a mercados internacionales.

Diciembre podría ser un mes donde pudiéramos ver movimientos con sesgo negativo. Manejadores de fondos buscarán “liquidez” en espera de ver algunos eventos importantes que estarán en el radar como en Italia y su referéndum el 04 de diciembre, la reunión y decisión de política monetaria de la FED, el comunicado del BCE donde analizará y definirán probables acciones después de marzo del 2017, inicio de la administración Trump ( 2017 – 2020), probable inicio del Brexit ( status primera ministro – parlamento), elecciones en Francia en el mes de abril y en Alemania entre agosto y octubre. En el inter veremos la condición de China, los precios del petróleo ( evaluación entre oferta y demanda).

Internamente, tendremos la licitación del 05 de diciembre de aguas profundas y muy importantes para las propias calificadoras crediticias ( confianza e inversión extranjera directa a mediano plazo), decisión de Banxico, recorte al gasto público y a la inversión pública y privada durante el 2017,  primeros 100 días de la administración Trump ( posible revisión del TLC, construcción de lo que falta del muro, indocumentados y deportados, etc), elecciones intermedias en el Estado de México, entre otros.

Así vendrán meses para seguir con cierta volatilidad en los mercados y un seguimiento de los flujos en la tenencia de extranjeros en mercado de dinero y de capitales para Banxico.