El relevo en la Reserva Federal (Fed) será un factor de volatilidad para los mercados. Y es el que presidente de EU mantiene una postura poco clara. En sus manos tiene la baraja de nombres; sin embargo, olvida que es presidente y actúa como un negociador. Su decisión más allá de estar sustentada en las decisiones financieras del país, lo que le preocupa es que quien llegue no se convierta en un contrapeso.

Por ejemplo, Janet Yellen está en la recta final de su cargo ya que concluye a principios de febrero y Trump no parece haber descartado confirmar a esta demócrata al frente de la Fed que fue invitada de Barack Obama. Aunque declaró que la actual jefa de la Reserva Federal, es “excelente”, pero se negó a revelar quién será su elección para encabezar el banco central antes del anuncio, previsto para hoy por la tarde.

En tanto, la Casa Blanca notificó al gobernador de la Reserva Federal, Jerome Powell que el presidente Donald Trump lo nominará para el puesto de jefe del banco central. En este punto se debe considerar que a Powell se le ve como una figura menos estricta en política monetaria y, por lo tanto, su nombramiento sería una noticia más afable para el mercado de metales preciosos en comparación al segundo candidato para presidir la Fed, el economista de la Universidad de Stanford, John Taylor.

Según los analistas internacionales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se inclina por nombrar a Jerome Powell para que asuma como nuevo presidente del banco central. Aunque de último momento también comenzó a sonar el nombre del economista de la Universidad de Stanford, John Taylor.

Se espera que Trump haga su anuncio, que necesita la aprobación del Senado, antes de partir a una gira por Asia el 3 de noviembre. Y muy a su estilo, Trump recientemente declaró que estaba considerando tanto a Powell como a Taylor, pero que también le gustaba mucho la actual presidenta de la Fed, Janet Yellen.

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Las diferencias entre México y Estados Unidos se marcan más, conforme pasan los meses y Donald Trump impulsa una política aislacionista y adversa al multilateralismo. Donald Trump, tras retirar a Estados Unidos de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) le da la espalda al multilateralismo. Lo criticable es que al abandonar la entidad, el jefe de la Casa Blanca confirma que prefiere la violencia de las armas y rehúye la paz de los pueblos.

Recientemente, se destacó la vocación multilateral de México ya que entiende que la soberanía se ejerce a través de la pertenencia y participación en el sistema multilateral.

A 72 años de la conformación de la ONU se olvida el porqué existen, las construcciones multilaterales, y se olvida por qué existen las Naciones Unidas. Esa es una de la razones que marcan ese distanciamiento. Además, se debe entender la raíz del concepto multilateralismo ya que sustituye al bilateralismo que caracterizó la dinámica de las relaciones internacionales de las preguerras mundiales, lo cual se evidencia con la creación de organismos internacionales cuyo aspecto esencial está dado por la participación colectiva de todos los países o por lo menos de su mayoría.

Y es que no debe olvidarse la relevancia de la ONU en los tiempos actuales y su papel de promover desde el multilateralismo un mundo de bienestar inclusivo y paz para las presentes y futuras generaciones.

Lo que está en el debate internacional es que las instituciones multilaterales proporcionan el marco mundial para la paz y la estabilidad, pero las dificultades con que se enfrentan los gobiernos para alcanzar acuerdos mundiales sobre el comercio, el cambio climático y otras cuestiones han llevado a muchos a preguntarse si este modelo puede seguir dando resultado. Incluso el multilateralismo  se debe ver como una herramienta para llevar a cabo acciones concertadas entre las distintas naciones. La pluralidad es lo que enriquece este modelo que ahora debe retomar fuerza en la agenda global ante la adversidad y el aislacionismo.

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Las presiones de Donald Trump hacia la negociación del TLCAN abren varias ventanas sobre lo que ha sido el desarrollo del acuerdo comercial trilareal creado desde 1994. La duda persistente es saber si el TLC sirvió para el crecimiento económico de la nación.

Según la calificadora Moody’s el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no resolvió para México los problemas de lento crecimiento ni de bajos salarios de los trabajadores, cuestiones que no se solucionan con el modelo de crecimiento actual, que se enfoca en las exportaciones.

Y es que al parecer debe verse a distancia lo que se ha logrado con el TLC y lo que no; ya que, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la economía mexicana crezca 2.1 por ciento en 2017, un aumento frente al pronóstico de 1.9 por ciento que tenía en julio y de 1.7 de abril.

El optimismo se da pese a la incertidumbre relacionada al Tratado de Libre Comercio de América del Norte y una revisión a la baja en la actividad de Estados Unidos.

Lo positivo en más de 20 años de acuerdo comercial es que el tratado ha ayudado a mejorar la competitividad exportadora de México hacia una producción más compleja y ha aumentado su integración con la economía de Estados Unidos. Pero el crecimiento en promedio se ha mantenido en 2 por ciento. Por ello es que los analistas señalan que el TLCAN no ha resuelto el lento crecimiento, la baja productividad ni los bajos salarios de México.

Y es que en la serie de rondas México debe defender el crecimiento económico, mejorar la distribución de la riqueza y consolidar los mercados internos. Aún así de esta manera, la cuarta ronda de negociaciones tiene lugar en momentos en que la cúpula empresarial de Estados Unidos urgió a la administración del presidente Donald Trump a proteger, preservar y modernizar el TLCAN, vigente desde 1994, sin causar “daño” a los beneficios existentes para Estados Unidos, México y Canadá.

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En términos futbolísticos, Estados Unidos aprovechará su localía para que la cuarta ronda de negociación del TLC se torne complicada. No sólo tiene, en esta ocasión, el balón de su lado, el ariete Trump será capaz de enviar cualquier disparo a las redes sociales para sacudir la defensa de los negociadores contrarios.

Y es que la intimidación es la especialidad de Donald Trump. Por desgracia, la Organización Mundial de Comercio no puede intervenir pues Trump no tiene respeto por este organismo multilateral.

Incluso ayer, el peso se depreció a su nivel más débil desde el 5 de junio ante una mayor incertidumbre sobre los resultados de la cuarta ronda de renegociaciones del TLCAN.

Hay incertidumbre y volatilidad, pero según las autoridades, México se distingue de economías equivalentes por su institucionalidad, bono demográfico y la apertura de su economía.

El peso aún enfrenta el riesgo de verse presionado por factores específicos de México como el ruido que pueda surgir de la renegociación del TLCAN y la incertidumbre que pueda generar la elección presidencial del próximo año, advirtió Santander en un reporte.

La renegociación está sirviendo como un golpe para que México busque más mercados y ser más productivo y competitivo, sobre todo en los sectores en los que se ha fortalecido y no bajar la guardia a través de inversiones en infraestructura y una mejor plataforma para atraer inversiones.

Por el momento, los riesgos a la baja para la economía son: la postergación de inversiones dada la incertidumbre relacionada con el TLCAN, realización de políticas proteccionistas en Estados Unidos, remesas por debajo de lo previsto y nuevos episodios de turbulencia en los mercados financieros internacionales.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) insiste en que a México le toca fortalecer su mercado interno, ello traerá áreas de oportunidad que encaminarán al país a un crecimiento interno, a pesar de la volatilidad propiciada por Estados Unidos.

Aun y con las negociaciones en ciernes y la volatilidad que inicia, para este año se espera que el crecimiento económicose apuntale en dos por ciento, ya que para este semestre se espera un peso fortalecido, pese a las adversidades que se deriven de la renegociación del TLCAN.

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La cuarta ronda de negociación del TLC está en ciernes y los temas que se deben tocar son telecomunicaciones, política de competencia, comercio digital, buenas prácticas regulatorias, aduanas y acceso a mercados para compras de gobierno.

La ronda a celebrarse del 11 al 15 de octubre, en Washington, Estados Unidos, será una de las pruebas más tensas sobre todo porque durante alguna negociación, el gobierno de Donald Trump ha tenido algún anuncio vía redes sociales que enturbian los momentos para que México luzca el trabajo hecho con autoridades del vecino país del norte. Sin embargo, la protección al empleo es el tema que no se debe perder de vista. Los que se recomienda en la actualidad es proteger los procesos de inversión y empleo.

Fomentar la inversión y el consumo mediante el aumento de los salarios y la creación de empleos, también para los miles de mexicanos son de las propuestas que se deben considerar y tener en cuenta.

Por el momento, los temas que se encuentran en un punto álgido son: reglas de origen, laboral, sector agroalimentario, medio ambiente, energía y sector automotriz; aún falta que se acomoden las piezas rumbo a la quinta y sexta rondas.

Sin embargo, aún persiste el fantasma de la ruptura comercial. Lo novedoso es que fue del lado mexicano que los empresarios aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE)presentaron la agenda denominada “México, mejor futuro” para los próximos meses, en ese contexto consideraron que si las propuestas de Estados Unidos siguen siendo muy exigentes y “fuera de la realidad”, entonces México debería salirse del TLC. Es en este momento en que se necesita un plan alternativo porque, de otra manera no se tendría ninguna fortaleza en esa negociación, por ello es que la ronda que viene será clave en el avance de las pláticas con el vecino país.

Por el momento, la negociación no ha merecido un calificativo por parte del gobierno de EU. Lo que se tiene claro es que si no es llamada exitosa por Trump, entonces será el momento de buscar las alternativas comerciales en los demás acuerdos comerciales existentes con México y otros países.

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La economía mexicana enfrentará en el cuarto trimestre ajustes en el paquete económico y deberá realizar un esfuerzo extra para hacer frente a los choques económicos y a los derivados de desastres naturales. El último trimestre no será tan fácil, ya que hay análisis que han reducido el estimado de crecimiento de 2 a 1.9 como lo hizo Citigroup, Citibanamex.

Aunque se espera que en el mismo periodo las actividades de reconstrucción compensarán por completo tal impacto negativo. Ya que se requieren materiales y mano de obra para activar este sector.

Otra de las actividades económicas que evitarán que se lastimen más las entidades afectadas es a través del turismo. Visitar los pueblos mágicos y las zonas de playa que no tengan afectaciones es una manera sólida de trabajar a favor de la economía. Sin embargo, será el reporte de la misma Sectur el que dará una visión de cuánto turismo extranjero se perdió.

Y es que la Ciudad de México, Estado de México y Puebla representan en conjunto más de 25 por ciento del PIB total de México, además de ser centros significativos para la actividad económica.

Por ello es que estos meses serán cruciales para el crecimiento económico en esta zonas. Y no sólo se trata de la proyección de crecimiento, sino que se trata de la reactivación económica. Se han reportado incrementos en consumo privado; de las ventas en tiendas departamentales y de autoservicio; producción, exportación y venta de autos; exportaciones totales; remesas; turismo; inversión e inversión extranjera directa. Por ello es que el ánimo de que se avance en estos meses para consolidar el crecimiento es un objetivo marcado para diferentes sectores económicos.

Pero no sólo se trata del Gobierno, también a nivel internacional se tienen los ojos puestos en México tras la tragedia. Por ejemplo, en Chiapas y Oaxaca, los más afectados por el sismo del 7 de septiembre, se activará el bono catastrófico, por medio del Banco Mundial, para el próximo 12 de octubre.

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Tras el sismo de magnitud 7.1 en escala Richter se debe evitar que caiga la “anarquía” y la rapiña. Este último fenómeno económico-social es muy recurrente en momentos en que las autoridades encargadas de la seguridad y la vigilancia atienden una contingencia como la actual. Según los especialistas, este fenómeno es el saqueo que se ejecuta arrebatando con violencia, principalmente este delito se da en contra de comerciantes y tiendas de mediano tamaño y en zonas de la periferia.

En este punto también tiene un papel preponderante la especulación y que se escondan productos para encarecerlos. Esa es una de las señales adversas, además de crear una psicosis social contra el gobierno es lo que desataría esa furia irracional de un sector de la población que se transforma en rapiña.

Y es que esa situación sólo puede entenderse cuando la sociedad se encuentra en un estado natural donde nadie se esforzaría en producir nada de valor, sino que todos se centrarían en mejorar sus técnicas de rapiña y en apropiarse del escaso fruto del trabajo ajeno.

Es importante analizar que la rapiña es uno de los delitos que mayor impacto emocional genera. Es sorpresivo y afecta a nuestros más atesorados bienes.

Por el momento, las autoridades no tienen en el radar esta distorsión social. Sin embargo, no debe descuidarse que hay aprovechados que encuentran en la tragedia las prácticas más deleznables.

Aunque parezca duro se debe reflexionar y plantear, en este momento de tragedia, que existe ante nosotros los escenarios posibles ante una rapiña, no importa quien es la víctima ya que incluso el ciudadano de a pie es quien corre riesgo de encontrarse de frente una turba envalentonada y propensa a la agresiones y lesiones sin importar las consecuencias.

El llamado de alerta a las autoridades locales es por la razón de que no se puede perder de vista que en este momento se requiere enfilar lo mejor de la sociedad hacia la solidaridad y evitar que se convierta en un momento de “impunidad” para quien aprovecha la coyuntura y la desgracia.

A propósito del sismo de magnitud 7.1 en escala Richter que sacudió ayer a siete entidades de México, los recursos es lo que, como en cualquier eventualidad, se necesitan para solventar las calamidades que esto trae. Por ejemplo, después del sismo del jueves 7 se puede hacer uso del bono catastrófico.

Pero será el 10 de octubre cuando el país sabrá cuánto recibirá de indemnización por este fondo que contrató para solventar los daños que se generaron por el terremoto.

Se tiene una suma asegurada hasta por 150 millones de dólares y es el monto máximo que se puede obtener del seguro catastrófico.

Y es que es claro, las coberturas catastróficas respaldan el Fonden, dicho fondo cuenta con los recursos inmediatos para cualquier emergencia. Luego viene una segunda parte donde el Fonden se pone de acuerdo con las dependencias de gobierno correspondientes para hacer llegar los recursos, como las que se encargan de la reconstrucción de viviendas.

Detalló que el bono catastrófico es un instrumento de deuda que controla el Banco Mundial (BM), el cual se puede usar en caso de que un país registre un desastre natural.

Desde 2013 la cobertura se utiliza para un sismo de magnitud superior a 7.1, como el que se presentó en el terremoto de 1985.

El terremoto del jueves 7 tuvo una magnitud de 8.2 , según la más reciente información del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

Esta sería la tercera ocasión que el Seguro Catastróficoindemniza al país por los daños de un fenómeno natural, y la primera que se ejercería por un terremoto.

La primera ocasión fue en 2014 por el huracán Odile y en 2015 por Patricia. Los parámetros de protección contratada se cumplieron al haber alcanzado aquellos meteoros categorías de 4 o superiores.

México fue el primer Estado soberano en emitir bonos catastróficos desde 2006 y luego emitió más títulos de este tipo en 2009 y 2012, a través del Programa MultiCat del Banco Mundial.

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