La burbuja inmobiliaria que el año pasado se cernía sobre China, parece estar bajo control de acuerdo a nuevos reportes que apuntan a que los precios han disminuido en importantes ciudades de ese país.

El mercado se ha desacelerado “gracias a las duras restricciones a la adquisión impuestas por el gobierno”, señaló un reporte de la agencia Xinhua.

Explicó que en la encuesta correspondiente a junio los precios de casas nuevas siguieron a la alza en las 70 ciudades consideradas, pero su ritmo de crecimiento disminuyó en 15 de ellas en relación a mayo.

La encuesta levantada por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) precisó que el menor ritmo de crecimiento se dio por noveno mes consecutivo en Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen.

En las ciudades consideradas de segundo nivel la disminución sumó ya siete meses.

Por su parte, los precios de la vivienda usada también vieron caer su ritmo de aumento en junio en relación a mayo.

A esos datos se suma que en el primer semestre del año la inversión inmobiliaria siguió perdiendo velocidad.

El temor a la burbuja inmobiliaria en China resultó de una década en que el mercado sufrió de contantes movimientos especulativos.

Las principales ciudades chinas registraron grandes aumentos de precios, recordó un análisis del World Economic Forum (WEF).

El pasado mes de enero el aumento de los precios inmobiliarios en China subió 12.2 por ciento anual, pero ya en febrero el alza fue de 11.8 por ciento anual, reflejo de las medidas adoptadas en el otoño de 2016.

El reporte de Xinhua precisó que entre las medidas para desinflar la burbuja inmobiliaria se encuentra el aumento del enganche necesario para obtener una hipoteca.

También las restricciones gubernamentales a la concesión de créditos, así como una revisión más estricta a los solicitantes de préstamos para vivienda, la contención en el número de créditos hipotecarios y la alza en las tasas de interés.

NTX/MiHeL