La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, juró hoy como senadora en medio de las presiones que existen para que sea desaforada debido a las causas judiciales que enfrenta, en su mayoría por corrupción.
Apenas se mencionó su nombre, el recinto legislativo estalló en aplausos por parte de simpatizantes kirchneristas que le gritaron: “¡Vamos jefa!”.
Fernández de Kirchner se limitó a ratificar un breve “sí, juro” después de escuchar la pregunta formal realizada por la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien fue una de las principales opositoras a su gobierno.
La ceremonia representó el regreso de Fernández de Kirchner al primer plano de la vida política nacional casi dos años después de haber dejado el cargo de presidenta que ocupó en dos periodos consecutivos desde 2007 hasta 2015.
Fernández de Kirchner juró este miércoles junto con otros 23 senadores que fueron electos en los pasados comicios legislativos del 22 de octubre y quienes se sentarán en sus nuevas bancas a partir del 10 de diciembre.
De esta manera, Fernández de Kirchner, quien ya había sido diputada y senadora, reiniciará su trayectoria legislativa dos años después de haber dejado la presidencia y con la expectativa puesta en las elecciones generales de 2019, en las que podría volver a postularse.
La exmandataria está acosada por múltiples causas judiciales, pero ella niega todas las imputaciones y denuncia que forman parte de una persecución política y judicial por parte del gobierno del presidente Mauricio Macri.
Pese a que dirigentes oficialistas buscarán que Fernández de Kirchner no termine su mandato como senadora, ella está amparada por el antecedente de Carlos Menem, el expresidente que este miércoles también juró como senador por tercera vez consecutiva.
Menem continúa en su curul pese a que ya fue condenado por tráfico ilegal de armas que encabezó cuando fue presidente, pero como no ha sido sujeto a un juicio político y la sentencia en su contra todavía no está firme, pudo volver a postularse y ganó.
NTX
