El uso de teléfonos privados en el ala oeste de la Casa Blanca, donde se ubica la oficina del presidente, quedará prohibido a partir de la próxima semana bajo una nueva directiva dada a conocer hoy por la secretaria de prensa, Sarah Sanders.
Aunque algunos reportes de prensa sugirieron que la orden responde en parte a los esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump para combatir las filtraciones a la prensa, Sanders aludió razones de seguridad, en el escueto anuncio por escrito de esta mañana.
“La seguridad e integridad de los sistemas tecnológicos de la Casa Blanca es una prioridad de la administración Trump, y consecuentemente, empezando la próxima semana, el uso de equipo personal de comunicación, tanto para invitados como personal, no será permitido en el ala oeste”, indicó.
Aunque la sala de prensa se ubicada en el ala oeste de la residencia presidencial, la orden va dirigida a quienes accedan al área restringida donde se encuentran la oficina oval y las de la mayoría de los más cercanos colaboradores del mandatario.
Las constantes filtraciones a la prensa han sido un dolor de cabeza para la administración Trump desde sus inicios, y aunque en el pasado se prohibió el acceso con teléfonos a algunas reuniones de naturaleza sensible, este flujo de información no se detuvo.
Sanders pareció desestimar el efecto que la medida tendrá sobre los empleados para atender emergencias familiares, al indicar que “el personal podrá conducir sus asuntos en el equipo facilitado por el gobierno federal, y continuar trabajando para los estadunidenses”.
NTX