El lanzador cubano de los Marlins de Florida, José Fernández, fue víctima de un plan de robo en el que fue drogado la noche de su muerte, según el abogado de su patrimonio.

Ralph Fernández, quien defiende la herencia de Fernández contra una demanda por homicidio culposo, reclamó en un documento judicial esta semana que el lanzador llevaba una mochila que contenía 15 mil dólares en efectivo la noche de su deceso.

Esto lo convirtió en blanco de un robo y él y Eduardo Rivero, uno de sus acompañantes que también murió, fueron “destinatarios involuntarios de una bebida” adulterada con droga.

Los alegatos del abogado responden a una demanda de los familiares de Rivero y Emilio Macías, otra de las víctimas, contra el testamento de Fernández en busca de dos millones de dólares de indemnización.

Previas investigaciones establecieron que Fernández consumió cocaína y licor esa noche, pero el abogado asegura que no se encontró ningún instrumento para consumir drogas ni residuos.

Por eso creen que Fernández y Rivero fueron drogados para robarles el dinero. El abogado también estudia la posibilidad de que Fernández no conducía el bote esa noche, pese a que era de su propiedad.

El documento culpa a los investigadores “inexpertos” en el caso por negarse a considerar la posibilidad de que Fernández no estuviera conduciendo el bote en el momento del accidente fatal, y llamaron a todo el caso “comprometido”.

Los investigadores habían determinado que Fernández estaba al volante en el momento del accidente. Nunca se habló de un robo ni de un narcotráfico hasta este momento. La cocaína y el licor se encontraron en su sistema en el momento del accidente.

Fernández y sus dos acompañantes murieron el 25 de septiembre del 2016, cuando su barco se estrelló contra una barrera de rocas en el pasaje de “Government Cut”, en South Beach.

La muerte del lanzador sorprendió al mundo del béisbol y en el sur de Florida, sus compañeros de equipo y miles lo honraron durante una procesión pública.

NTX