En su primer evento público, la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, anunció la creación de la figura de “ciudadanos alertadores de corrupción”, con el objetivo de que denuncien prácticas indebidas de soborno, cohecho y otras prácticas ilícitas ante el Gobierno federal.
El concepto en idioma inglés de la figura que se intenta instrumentar en México es whistle-blower, el cual opera en varios países y sirve para denominar a los ciudadanos que denuncian presuntos hechos ilícitos de servidores públicos y del sector privado; trabajan en comités adscritos a una oficina del gubernamental.
En algunos países, los whistle-blower reciben recompensas por sus denuncias y el término puede traducirse como “soplón anticorrupción” o “ciudadano informante”, una especie de “testigo protegido”.
Al participar en el foro Unidos contra la Corrupción para el Desarrollo de la Paz y la Seguridad, la titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval, puntualizó que para erradicar la corrupción también se eliminarán las sanciones simuladas a funcionarios públicos.
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