8 mil mdd perdidos ante la cancelación de la Liga MX

Luis Ramón Carazo calcula que el valor del balompié nacional equivale al 1 por ciento del PIB; Iván Pérez cree que la gente puede aguantar de dos a tres años viendo el espectáculo en sus hogares

Con el anuncio de la suspensión del Clausura 2020 de la Liga MX el pasado 22 de mayo, a causa de la pandemia de COVID-19, no solamente los futbolistas e integrantes de cada uno de los 18 clubes sufrirán las consecuencias, sino también toda la gente que genera ingresos mediante el balompié, como las personas que venden comida o artículos afuera de los estadios, además de las que trabajan en distintos medios de comunicación. 

El futbol de Primera División, que se había suspendido desde el pasado 15 de marzo, es hasta el momento la disciplina deportiva más afectada en el territorio nacional por la crisis económica derivada del coronavirus, si bien también las consecuencias han llegado a la Liga Mexicana de Beisbol (que debió comenzar en abril, pero aún no tiene fecha de arranque) y la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, que iniciará en septiembre, pero con la participación de menos conjuntos que la campaña anterior. La Liga de Futbol Americano Profesional de México de plano prefirió dar por finalizada la campaña, sin campeón, ante la poca claridad hacia el futuro, después de solamente cinco semanas disputadas. 

Las ganancias que genera el balompié, la disciplina más popular en el país, equivalen al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, lo que es alrededor de 8 mil millones de dólares

“Calculé que lo que equivale más o menos el futbol mexicano en el Producto Interno Bruto es 1 por ciento de un trillón de dólares que produce México. Yo calculé que eran como 8 mil millones de dólares de impacto por los patrocinios, la gente que ve las transmisiones, jugadores a los que les pagan; más o menos, el promedio de cada club en sueldos debe ser de 40 millones de dólares”, apuntó en entrevista con La Razón Luis Ramón Carazo, experto en negocios deportivos y catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Sin embargo, Carazo explica que la situación afectará de distinta manera a los clubes de la Liga MX, dependiendo el poder adquisitivo que tiene cada uno, aunque advirtió que el impacto será aún mayor debido a que no se disputó la Liguilla para definir al campeón, instancia en la que se genera un porcentaje importante de los ingresos de las escuadras. 

Con la cancelación del Clausura 2020 la pérdida será mayúscula particularmente para los que tienen derechos de transmisión y para los clubes porque los patrocinios quedarán volando y tendrán que arreglarse con los clubes para que esos patrocinios que no culminaron se cubran porque una parte importante, más o menos el 40 por ciento, de los ingresos de un club, vienen a partir de la Liguilla. Sin Liguilla, todo eso va a quedar en el aire y tendrá que verse legalmente cuál es la consecuencia”, mencionó. 

Guadalajara, Atlas, Monterrey, Santos y América son los equipos que, hasta el momento, han realizado pruebas de COVID-19 a sus integrantes. Hasta el momento, 15 jugadores del conjunto de Torreón dieron positivo, mientras que en Chivas solamente uno. 

En alusión a los otros deportes en México, Carazo aseveró que en conjunto representan entre 15 y 20 por ciento del total, pero a pesar de ello las repercusiones también se sentirán. 

“En proporción, el beisbol, basquetbol y ligas de otros deportes equivalen más o menos al 15 o 20 por ciento, las entradas son notoriamente más bajas (en comparación con el futbol) y además, en el caso del beisbol, aunque con el nuevo parque de los Diablos (Estadio Alfredo Harp Helú) atrajo a más personas, generalmente en provincia tiene mucho más público que el que hay en la Ciudad de México.

“Pero seguramente también va a ser muy representativo (el impacto) porque los derechos de transmisión no tienen el mismo tamaño que tienen los derechos de televisión del futbol. Más o menos los derechos de televisión andan en 200, 250 millones de dólares en conjunto; los que cobran más son Guadalajara y América”, indicó el también miembro del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.  

COMERCIANTES ALREDEDOR DE LOS ESTADIOS, OTRO SECTOR DAMNIFICADO  

Por su parte, Iván Pérez, colaborador de Forbes, indicó que con la conclusión del Clausura 2020 de la Liga MX, el impacto será mortífero para la industria del balompié, aunque reconoce que si la decisión se basa en preservar la salud de todos no es justo catalogarla de errónea.

“En términos de industria es algo letal porque los clubes podrían rescatar algo de dinero por la publicidad con los patrocinadores por la televisión, que seguiría vendiendo en términos de publicidad hacia algunas marcas o hacer convenios. Los medios se van a ver afectados porque van a venir recortes, se afecta a todos los niveles, pero si no se tienen las condiciones adecuadas en términos de un plan sanitario concreto, no podemos decir que es una mala decisión”, señaló rez vía telefónica a La Razón

Agregó también que las pérdidas en taquilla en la Primera División del futbol mexicano superarán los 700 millones de pesos, aunado a que aproximadamente hay 1,200 personas que trabajan alrededor de los estadios durante los días en los que se celebran partidos, las cuales también sufren las consecuencias de la inactividad causada por el nuevo coronavirus

“Cuando hice un análisis de la Liga de Ascenso y Liga MX, en promedio hay 1,200 personas que trabajan alrededor de los estadios”, subrayó el también fundador de El Míster, sitio especializado en el periodismo deportivo de investigación y cifras. 

De acuerdo con el “Plan Gradual hacia la Nueva Normalidad en la Ciudad de México”, presentado por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, los clubes que militan en la capital del país (América, Cruz Azul, Pumas y Diablos Rojos del México, éste último de la LMB) podrían reanudar sus entrenamientos después del 15 de junio, fecha hasta la que se estará en alerta máxima por el COVID-19, pero aún no hay nada definido. En caso de que regresen los eventos deportivos, éstos se tendrían que realizar a puerta cerrada una vez que el semáforo pase de rojo a naranja. Para que la luz esté en este último color se requiere menos del 65 por ciento de ocupación; dicha fase se activará entre junio y agosto. 

Otra de las grandes damnificadas por el COVID-19 es la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP), que en un escenario optimista contará con la participación de 13 escuadras (cinco menos que la campaña pasada), pues hasta la fecha tres le dieron a conocer al certamen presidido por Sergio Ganem que no podrán competir en el ciclo 2020-2021. Esos conjuntos son Capitanes de la Ciudad de México, Aguacateros de Michoacán y Ángeles de Puebla

“Por lo menos hay tres equipos que ya no van a participar, ellos (la LNBP) creen que pueden empezar con 14, pero va a ser una temporada de 10 partidos de local para cada equipo y se va a jugar en tres meses para terminar este año y empezar el otro ya otra vez con todo el ciclo calendario como generalmente empieza, va a ser un torneo relámpago, pero sí va a ser una afectación y al haber menos equipos son menos ingresos de patrocinadores, están analizando en qué negociaciones quedan porque están en ese proceso de incertidumbre”, dijo Pérez. 

TRAS SUSPENSIÓN, VER DEPORTES SÓLO EN TV SERIA OPCIÓN A CORTO PLAZO  

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En alusión a la reanudación de la Bundesliga de Alemania, sin público en los estadios, Carazo y Pérez coinciden en que en el futuro inmediato todos los deportes se pueden desarrollar así, aunque consideran que le quita emoción y además no se ganaría lo mismo que con gente en los eventos. 

“Yo creo que lo que estamos viendo con la Bundesliga puede ser, mientras no encuentren la vacuna (contra el COVID-19), la manera natural de celebrarse los deportes y eso cambia la jugada porque no va a haber personas (en los estadios). Sí va haber derechos de transmisión, gente que lo vea en sus casas o en diferentes medios de comunicación, pero todo el tema de ingresos de taquilla se pierde; cabe la posibilidad de que veamos los deportes de la manera que pensábamos que no los íbamos a ver”, expresó al respecto Luis Ramón Carazo

Por su parte, Iván Pérez apela a las emociones que genera el deporte entre la gente, por lo que no le agrada del todo la idea de que el espectáculo se realice sin público en las gradas.

Sin embargo, piensa que las personas se adaptarían a observar su disciplina favorita solamente en el televisor, al menos por un par de años, pues pensar en que eso sea de por vida no se lo puede imaginar. 

“Los seres humanos estamos acostumbrados a seguir el deporte por las emociones que provoca, y en la tele falta escuchar que la gente grite, es algo un poco extraño, hace falta que se escuche que el estadio ruge, quizás si en un tiempo no se logra se puede empezar a perder interés; sí creo que puede resistir, pero no creo que sea algo permanente, creo que el ser humano tiene una capacidad de adaptación a absolutamente todo y en todos los sentidos para bien y para mal, pero más allá de dos, tres años, no lo sé, por las emociones”, concluyó Pérez.   

Con información de: LA RAZÓN  

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