La autoridad reguladora de medicamentos de Cuba aprobó el jueves una segunda vacuna candidata COVID-19 para ensayos clínicos en etapa tardía mientras el país compite para asegurar una vacuna local para sofocar su peor brote desde el inicio de la pandemia y venderla en el extranjero.

La nación isleña caribeña dirigida por comunistas, que tiene una larga experiencia en el desarrollo y exportación de vacunas, es una de las pocas en la región que no ha comenzado a vacunar contra el COVID, ya que cuenta con sus propios candidatos.

Este mes, Cuba inició ensayos de fase tardía de su vacuna experimental más avanzada, llamada Soberanía 2, que refleja el orgullo nacional por su relativa autosuficiencia en áreas como la atención médica a pesar del embargo comercial estadounidense de décadas.