Los reguladores de seguridad automotriz de Estados Unidos revisaron evidencia relacionada con un sensor de dirección supuestamente defectuoso que se usó en aproximadamente 778,000 vehículos más antiguos de General Motors Co, pero finalmente decidieron no abrir una investigación formal sobre el asunto.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) dijo a Reuters sobre la revisión no informada anteriormente. La agencia evaluó información relacionada con una demanda contra el fabricante de automóviles presentada por el viudo de una mujer de 42 años que murió después de que se estrellara su SUV Chevrolet Trailblazer 2007.
La causa, alega su viudo en la demanda, fue un sensor de dirección defectuoso que el fabricante de automóviles no advirtió adecuadamente a los conductores a pesar de saber desde hace mucho tiempo que el componente tenía problemas.