La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, restó el martes a entender los temores a la inflación y prometió paciencia antes del endurecimiento de la política, ya que el banco estaba decidido a no reaccionar de forma exagerada a lo que todavía considera un aumento temporal de los precios.

Con presiones inflacionarias que se basan constantemente en una serie de factores, desde los precios más altos de la energía hasta los cuellos de botella del suministro, los costos de endeudamiento de la zona del euro han aumentado en las últimas semanas a medida que los inversores presentan sus expectativas de aumento de las tasas de interés.

“El desafío clave es garantizar que no reaccionemos de manera exagerada a los choques transitorios de suministro que no tienen relación con el mediano plazo”, dijo en una conferencia del BCE.

“Solo reaccionaremos a las mejoras en la inflación general que confiamos que son duraderas y se reflejan en la dinámica de inflación subyacente”, dijo Lagarde al Foro del BCE sobre Banca Central. “No vemos signos de que este aumento de la inflación se esté volviendo de base amplia en toda la economía”.