Las economías más grandes del mundo necesitan hacer más para garantizar que las calificaciones e inversiones ambientales, sociales y relacionadas con la gobernanza sean efectivas en la transición a una economía baja en carbono, dijo un informe de la OCDE el lunes.

Lanzado antes de una reunión del G20 en octubre, el informe dijo que si bien el impulso para invertir utilizando criterios ESG podría ayudar a los objetivos climáticos internacionales, era necesario superar “desafíos considerables”.

Específicamente, el informe destacó la amplia variedad de enfoques para evaluar las cuestiones ESG, los datos inconsistentes y la falta de comparabilidad entre las metodologías de calificación ESG.

“Estas dinámicas y desafíos en competencia asociados con la calificación e inversión ESG podrían comprometer la integridad del mercado, erosionar la confianza de los inversores y enmascarar el alcance de los impactos ambientales y relacionados con el clima de las decisiones de inversión”, dice el informe.