FMI recorta su perspectiva de crecimiento económico mundial por las afectaciones negativas de la guerra y los nuevos confinamientos en China: Gordillo – Análisis

Dentro del marco de las Reuniones de Primavera de 2022 del Grupo Banco Mundial y el FMI, encuentros que congregan a encargados de formular las políticas en los países, académicos, líderes de la sociedad civil y representantes del sector privado, se han dado a conocer las nuevas previsiones económicas.

Ambos organismos recortaron sus pronósticos de PIB para la economía global, tanto para el 2022 como para el 2023.

De acuerdo al FMI, el crecimiento de la economía mundial se ralentizará de manera significativa como consecuencia del impacto de la guerra en Ucrania, el rápido aumento esperado en las tasas de interés y las recientes medidas de confinamiento en algunas ciudades de China, en una recuperación que aún no se había consolidado tras la pandemia y que ha acentuado algunos problemas previos a la invasión.

En este sentido, la guerra en Ucrania amplificará el impacto de fuerzas económicas presentes antes de la invasión como la inflación y las interrupciones del suministro, que habían llevado a los bancos centrales a endurecer la política monetaria e indicar posiciones cada vez más agresivas en el futuro, incrementando las tasas de interés y la volatilidad de los precios de los activos.

La guerra de Ucrania, provocará una severa caída de dos dígitos en el PIB de Ucrania y una gran contracción en Rusia, algo que provocará efectos de contagio a nivel mundial a través de los mercados de productos básicos, del comercio y de los canales financieros.

Con relación a China, los cierres y las restricciones impuestas en Shanghái y las ciudades vecinas no sólo están afectando a la demanda local, sino que también están provocando interrupciones logísticas y trastornos generalizados en la cadena de suministro dentro y fuera de la zona.

Así, los riesgos económicos generales han aumentado considerablemente, y las medidas de compensación para hacerle frente son ahora más complicadas y limitadas.

De este modo, la institución internacional espera que el PIB mundial crecerá este año y el siguiente un 3.6%, lo que supone una rebaja de ocho décimas respecto de la previsión de enero para 2022 y de dos décimas en la correspondiente a 2023. Conviene recordar que la estimación de enero de 4.4% para el crecimiento del PIB en 2022 ya había sufrido una revisión de medio punto porcentual en octubre pasado debido a las interrupciones persistentes en la cadena de suministro causadas por la pandemia.

Para Estados Unidos, el FMI anticipa un crecimiento del 3.7% en 2022 y del 203% en 2023, frente a su anterior estimación del 4% y del 2.6%. Para China, la previsión de PIB se recorta hasta el 4.4% desde el 4.8% para 2022; y en una décima en 2023, hasta el 5.1%.

Las nuevas previsiones del FMI señalan a la Eurozona como la región económicamente más perjudicada por el conflicto. El FMI anticipa ahora un crecimiento del 2.8% en 2022, frente a su anterior previsión del 3.9%. Para 2023, ha recortado su estimación al 2.3% desde el 2.5%.

La guerra ha provocado ajustes a la baja en la gran mayoría de todas las previsiones económicas que manejaban los principales analistas internacionales, ya de por sí volátiles debido a una pandemia que se resiste a remitir del todo y a la crisis de suministros global.

El conflicto bélico supone un gran revés para los países que siguen luchando por recuperarse de la crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19, aún vigente. Esto es, el mundo se enfrenta a una crisis, en medio de una crisis ya existente.

Además, el FMI ha advertido sobre una nueva complicación importante: la fragmentación de la economía mundial en bloques geopolíticos, con diferentes relaciones comerciales y estándares tecnológicos, sistemas de pago y monedas de reserva. Esta advertencia también fue destacada la semana pasada por la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, para quien la guerra en Ucrania puede derivar en una economía globar “bipolar”, con EUA y sus aliados, por un lado, y China y otras economías más intervenidas por el Estado en el otro lado. Esta posible nueva reorganización global podría implicar graves problemas a la economía en un futuro.

Para el caso de México, el FMI recortó su proyección de crecimiento del PIB en 2022 a 2.0%, desde el 2.8% y; para 2023, a 2.5%, desde el 2.7%.

La expansión del 2.0% está incluso por arriba de los más recientes consensos de encuestas internas en el país de analistas económicos y financieros. En CIBanco esperamos un desempeño del PIB de México similar al estimado por el FMI.

En lo que va del año, la economía mexicana ha mostrado claros obscuros, con un buen desempeño en el sector externo manufacturero y consumo privado, pero debilidad en la construcción y sector servicios. De acuerdo al indicador oportuno de actividad económica (IOAE), la economía mexicana tuvo un mal mes en marzo, mostrando un crecimiento estimado de sólo 0.4% con respecto a marzo del año pasado. Así, el PIB podría haberse expandido alrededor en términos anuales 1.7% durante el primer trimestre de 2022.

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