El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que una unidad de élite que trabajaba en investigaciones de narcóticos con los Estados Unidos fue cerrada el año pasado, confirmando un informe de Reuters y alegando que el grupo había sido infiltrado por delincuentes.

El martes, distintos medios informaron que México había disuelto el grupo que durante un cuarto de siglo trabajó mano a mano con los la Administración de Control de Drogas (DEA) para hacer frente a la delincuencia organizada.

El cierre complica los esfuerzos de Estados Unidos para ayudar a combatir el crimen organizado dentro de México, uno de los epicentros del multimillonario comercio mundial de estupefacientes, y hace que sea más difícil atrapar y procesar a los líderes de los cárteles, dicen los expertos en seguridad.