Un nuevo nombre críptico no es lo único desconcertante de e&. El gigante de las telecomunicaciones con sede en el Golfo anteriormente conocido como Etisalat ha derroclado 4.400 millones de dólares en una participación del 9.8% en Vodafone en dificultades. Por ahora, el director ejecutivo Hatem Dowidar dice que está feliz solo de ser un inversor minoritario pasivo. La empresa no quiere asientos en la junta y ha respaldado al jefe de Vodafone Nick Read y su estrategia.

Pero con el accionista activista Cevian Capital presionando por cambios, incluida una posible desintegración del operador con sede en el Reino Unido, es posible que dicha pasividad no dure.

Con 600 millones de dólares de efectivo neto en sus libros, el e& de 75 000 millones de dólares tiene dinero para gastar. Y Vodafone parece barato. Incluyendo la deuda, se valora en solo 5 veces el EBITDA esperado para el próximo año, la mitad de los múltiples inversores se unen a su nuevo accionista.

Sin embargo, el bajo rendimiento justifica el descuento. La línea superior de Vodafone está creciendo a un anémico 1 % anual y su margen EBITDA es estático del 33 %. Si Dowidar tiene sentido en el pensamiento de Cevian, es un cambio corto de pasivo a agresivo. (Por Ed Cropley)