El Banco Mundial redujo el martes su pronóstico de crecimiento global en casi un tercio a un 2.9% para 2022, advirtiendo que la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha agravado el daño de la pandemia de COVID-19, y muchos países ahora se enfrentan a la recesión.

La guerra en Ucrania había magnificado la desaceleración de la economía mundial, que ahora estaba entrando en lo que podría convertirse en “un período prolongado de crecimiento débil y elevada inflación”, dijo el Banco Mundial en su informe Perspectivas Económicas Globales, advirtiendo que las perspectivas aún podrían empeorar.

En una conferencia de prensa, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, dijo que el crecimiento mundial podría caer al 2.1% en 2022 y al 1.5% en 2023, impulsando un crecimiento per cápita cercano a cero, si se materializaran los riesgos a la baja.