Haití entre violencia y crisis política: intervención internacional

Si bien, la situación de Haití es consecuencia de la inestabilidad política, derivada de diversas crisis sociales, algunos hechos pueden resumir cómo la violencia escaló de manera tan acelerada. Esto tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, por grupos armados del país, en 2021.

Desde entonces, Ariel Henry asumió la presidencia, durante la cual hizo un pacto con los grupos de oposición con la finalidad de establecer un Gobierno de Unidad previo a realizar elecciones en 2022. En dicho año los enfrentamientos entre grupos criminales se agravaron y el Gobierno solicitó el despliegue de fuerzas internacionales.

Como parte de esta solicitud, Kenya desplegó un grupo policial de fuerza internacional para la paz. Sin embargo, los grupos encabezados por Jimmy Cherizier, conocidos bajo el nombre, Vivre Ensemble, controlaron la mayor parte de la capital durante 2023. Sobre esto, la ONU afirmó el grupo controlaba con más de 300 pandillas, el 80% de la capital.

En febrero de 2024, expiró el período interno pactado para Ariel Henry con los grupos de oposición, al no desocupar la presidencia, se intensificaron las protestas en todo el país para exigir su salida. Por lo cual, el 28 de febrero, Henry aseguró, renunciaría a la presidencia y establecería un consejo de transición presidencial a través de la Comunidad del Caribe (CARICOM). Junto con el rechazo de este anuncio, Vivre Ensemble asaltó la penitenciaria de Puerto Príncipe, liberando a 3,600 reclusos.

Ante ello, el 3 de marzo, el Gobierno declaró estado de urgencia y toque de queda por tres días. En la semana consiguiente, Jimmy Cherizier afirmó que si el ministro no dimitía, el país continuaría su camino hacia el “genocidio”. Para ejercer presión, Vivre Ensemble asaltó el Palacio Presidencial. Así, dada la intensificación de la violencia, la Organización Internacional para las Migraciones emitió una alerta, denunciando que más de 15 mil personas han sido desplazadas durante las primeras semanas de marzo y 362 mil familias se han visto obligadas a huir del país.

El 11 de marzo de 2024 se llevó a cabo una cumbre extraordinaria del CARICOM, en la cual se estableció el Consejo Presidencial de Transición y nombramiento de un primer Ministro Interino. Por otra parte, el 12 de marzo, Estados Unidos desplegó un cuerpo de infantes de la marina en su embajada en Haití. Esto con el objetivo de brindar seguridad y apoyar la evacuación aérea de personal no esencial, ante el aumento de violencia de las pandillas.

Respecto a estos hechos, Cherizier expresó su rechazo tanto de la conformación del consejo de transición como de la “intervención” de fuerzas de seguridad externa. Al considerar “el destino de Haití está en sus propias manos”. Cabe destacar, el dirigente militar se opone tanto a las negociaciones internacionales como a que continúen desplegándose cuerpos militares extranjeros.

Aunque la postura de Cherizier responde a lo que es apreciado por los medios como “aspiraciones del poder”, algunos analistas políticos tampoco consideran las negociaciones internacionales y el intervencionismo como la solución para afianzar la estabilidad del país. En una entrevista para CNN, Joseph Harold, analista político de Haití, indico que no considera que el consejo de transición, a través de la CARICOM, sea una “solución óptima”. Para argumentar esto, el especialista expone algunos factores asociados a tres temas principales: problema humanitario, seguridad y gobierno.

“La comunidad internacional siempre se plantea el problema humanitario desde organizaciones, pero no utiliza el estado y esto debilita la administración interna” destaca. A su vez, asegura, el país nunca ha recibido los recursos solicitados por concepto de apoyo humanitario. De acuerdo con Harold, el país necesita 720 millones de dólares para abastecer a las comunidades de alimento y recursos médicos y solo ha llegado el 16.2% de dicho monto. Ante lo cual el experto asegura, de no destinarse más recursos e involucrar el estado, no se dará solución a dicho problema.

Por otra parte, en torno a la seguridad, menciona, “Se opta por la intervención extranjera, pero generalmente estas misiones fracasan, entre 1950 y 2022 solo 6 casos de intervencionismo militar han sido exitosos”. A su vez, Harold argumenta haber involucrado a Kenya se convirtió en un problema, pues las fuerzas de seguridad envidas no tenían la capacidad para reforzar la seguridad. Del mismo modo, el especialista resalta, estas misiones necesitan de un gobierno con capacidad de orientar las fuerzas de seguridad, tanto internas como extranjeras.

Pese a ello, Harold considera, el consejo podría dar estabilidad diplomática a Haití. Sin embargo, considera que para resolver el tema de elecciones el país primero debe allanar un camino hacia la paz y seguridad social. “La gente necesita tener cierta paz antes para pasar a las elecciones”, asevera. Mas, el analista estima, alcanzar la estabilidad en cuanto a seguridad en Haití será un proceso complejo y largo.

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