En una carrera llena de regresos notables, Tiger Woods afrontaba la recuperación más dura de todas.
Woods conducía por un tramo empinado de carretera entre suburbios costeros de Los Ángeles cuando su camioneta chocó contra una señal, pasó por encima de un camellón y atravesó dos carriles en sentido contrario antes de rebasar una barrera y caer rodando colina abajo. El vehículo terminó sobre un costado en la ladera.
El choque causó lesiones “significativas” en toda su pierna derecha que requirieron barras, clavos y tornillos en un “largo procedimiento quirúrgico” en el Centro Médico Harbor-UCLA.