PIB en todas las economías principales podría no alcanzar los niveles de 2019 hasta el 2022

Por Esty Dwek, Jefa de estrategia Global de mercados de Natixis IM

Lo peor todavía no ha pasado

Analizando los recientes reportes de datos económico, pareciera que lo peor de la crisis ha quedado atrás. De hecho, la actividad se reinició en mayo y se ha recuperado desde entonces con la reapertura gradual de las economías. Sin embargo, la recuperación será escalonada y lenta, y llevará un largo tiempo retornar a los niveles pre-crisis. El repunte inicial a partir de los confinamientos es sólido, pero los datos siguen siendo por debajo de los niveles de principios del 2020 y todavía necesitamos confirmación de que no disminuirá después de la “emoción posterior al parto” inicial.

Además, de acuerdo con las estimaciones del consenso, el PIB en todas las economías principales podría no alcanzar los niveles de 2019 hasta el 2022 como muy pronto. No obstante, los mercados se han aferrado a los datos “menos malos a lo esperado” con el fin de continuar avanzando, aunque pareciera que hemos ya iniciado una fase de consolidación.

Primero, si bien la reapertura hasta ahora se ha ido gestionando con el virus mayormente bajo control en Asia y Europa, un número de estados de EEUU perciben ahora un aumento en los casos, lo cual conlleva temores de una segunda ola de contagios y un nuevo confinamiento. Mantenemos la opinión de que estos repuntes son muy localizados por área específica. No obstante, el riesgo persiste y podría conducir a una turbulencia en los mercados.A medida que avanzamos a la temporada de reportes de resultados al 2T, el riesgo de una decepción continúa a medida que los mercados van considerando una recuperación en forma de V, lo cual probablemente no va a materializarse de forma sutil. En última instancia, ya se han descontado muchas buenas noticias recientemente, lo que sugiere que podrían necesitarse noticias incluso mejores para el siguiente tramo. Como tal, preferimos ser prudentes y no creemos que sea momento de volverse demasiado agresivos en las asignaciones.

Si bien la volatilidad podría aumentar nuevamente en los mercados de valores, esperamos que la renta fija se mantenga bien, gracias al apoyo prácticamente ilimitado del banco central. Los diferenciales de crédito han continuado recuperándose, y aunque también podrían estabilizarse antes de reanudar su camino de ajuste, todavía vemos potencial para mayor comprensión a mediano plazo. Mantenemos una preferencia por el crédito de grado de inversión (IG) por encima del alto rendimiento (HY) donde persisten los riesgos, aunque existen oportunidades selectivas. También de manera selectiva, vemos oportunidades en la deuda de los mercados emergentes, particularmente en el segmento corporativo menos volátil que también se beneficia de un sesgo hacia Asia en lugar de América Latina, donde persisten importantes desafíos COVID. Esperamos que los rendimientos soberanos permanezcan dentro de un amplio rango y creemos que los bancos centrales lograrán mantener los rendimientos contenidos durante algún tiempo para apoyar los esfuerzos de estímulo de los gobiernos.

Creemos que el oro debe mantenerse respaldado por abundante liquidez y tasas de interés muy bajas durante mucho tiempo, lo que hace que la falta de rendimiento del metal brillante sea un obstáculo menor. También seguimos buscando estrategias alternativas menos líquidas para diversificar nuestras perspectivas a más largo plazo.

Detalle de los activos

Renta variable 

Los mercados de renta variable han continuado avanzando ante los reportes económicos con mejores datos y expectativas de una recuperación en forma de V, ya que ahora parecen haber entrado en una fase de consolidación.

No obstante, creemos que la baja se ha vuelto más limitada dado el número de inversionistas que desaprovecharon el repunte, cuántos siguen adoptando una postura bajista y cuánto efectivo ha quedado inmóvil al margen. Junto con las abundantes medidas de estímulo y liquidez, probablemente lleguen también los ajustes. Dicho esto, seguimos siendo prudentes y creemos que es demasiado pronto para agregar demasiado riesgo a los portafolios.

Creemos que los activos europeos pueden seguir poniéndose al día con los EE. UU. en el corto plazo y mantener cierta exposición a los servicios financieros europeos que deberán beneficiarse del desconfinamiento y de una mayor integración gracias a la propuesta del Fondo de Recuperación. Seguimos sub ponderando a los mercados emergentes debido a una serie de preocupaciones importantes en torno a la crisis COVID en muchas economías grandes, pero tenemos una preferencia por la región emergente de Asia. Si bien creemos que los próximos meses podrían ser complicados, mantenemos nuestra visión más constructiva a mediano plazo y buscamos construir gradualmente posiciones a más largo plazo.

Renta Fija

Los mercados de bonos de renta fija siguen desempeñándose bien gracias a las acciones de los bancos centrales, manteniendo a los rendimientos soberanos dentro de un rango amplio. Esperamos que esta tendencia continúe y que los rendimientos sigan siendo estables, pero mantenemos una posición ligeramente sub ponderada hacia los soberanos, ya que preferimos el crédito.

Creemos que los diferenciales periféricos pueden continuar contrayéndose a la vez que Europa se recupere de esta crisis y a la vez que la perspectiva de la emisión de la Comisión Europea deberá proporcionar un impulso adicional. 

Sobreponderamos el crédito con grado de inversión de EEUU y Europa pero seguimos siendo más cautelosos ante el alto rendimiento, ya que aún se desconoce el alcance del daño de la crisis y el riesgo de impago permanece. Además, los bancos centrales probablemente van a favorecer la protección del grado de inversión por encima del alto rendimiento.

Vemos oportunidades selectas en la deuda de mercados emergentes, particularmente en bonos corporativos de divisas duras que son típicamente menos volátiles y tienen menos exposición a Latinoamérica. Sin embargo, dadas las situaciones difíciles en muchos países, la selectividad es clave Creemos que las divisas de mercados emergentes deberán beneficiarse del debilitamiento del dólar, pero encontramos el segmento demasiado volátil debido a los escenarios económicos tan pobres. 

Divisas 

El dólar parece estar estabilizándose después de su reciente desliz, pero podría continuar bajando a medida que la contracción de la liquidez del dólar que vimos en marzo disminuya y el apetito por el riesgo se fortalezca. No obstante, esperamos que mantenga algo de soporte subyacente. La libra esterlina podría registrar más volatilidad ya que la crisis no ha sido bien manejada y los temores de un Brexit duro pueden reaparecer ya que se han hecho pocos progresos en las negociaciones comerciales con la Unión Europea. Las divisas de los mercados emergentes deberán beneficiarse de un dólar más débil, pero los riesgos idiosincráticos persisten y más volatilidad es de esperarse.

Materias primas 

Los precios del petróleo se han recuperado de sus caídas, pero probablemente seguirán limitados dado el presente exceso de oferta y a un lento repunte en la demanda. En el mediano plazo, los precios deberán recuperarse más a medida que la oferta y la producción se equilibren, pero aún esperamos que la oferta siga siendo amplia. El oro deberá continuar viendo una demanda subyacente en su calidad de refugio. 

Alternativos 

Continuamos viendo un sitio para los alternativos en los portafolios, a la vez que buscamos estrategias de descorrelación y diversificación para complementar clases de activos tradicionales, particularmente con activos alternativos líquidos reales.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.