El papa Francisco puso fin este lunes a su gira relámpago por Irak, que intentó llevar esperanza a la marginada minoría cristiana del país con un mensaje de coexistencia, perdón y paz.
El pontífice y su delegación se despidieron con una ceremonia en el aeropuerto de Bagdad, y despegaron hacia Roma tras un viaje de cuatro días que incluyó cinco provincias iraquíes.