Las acciones mundiales cayeron el lunes cuando la aprobación por parte del Senado de un proyecto de ley de estímulo de 1.9 billones de dólares ejerció una nueva presión sobre los bonos del Tesoro y las acciones tecnológicas con valoraciones elevadas, lo que aumentó el nerviosismo inflacionario.
Esas preocupaciones eclipsaron la perspectiva de que el estímulo diera otro impulso a la economía más grande del mundo y ayudara al crecimiento mundial a recuperarse más rápidamente de la desaceleración del COVID-19.