Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 lanzaron contramedidas más estrictas contra el coronavirus el miércoles, incluido un plan para probar a los atletas diariamente, mientras tratan de tranquilizar a un público japonés cada vez más escéptico por el resurgimiento de la pandemia.
A solo tres meses de los Juegos aplazados, Japón se ha visto obstaculizado por una campaña de vacunación lenta que ha planteado preocupaciones sobre la viabilidad de los Juegos. Alguna ira pública se ha centrado en el Primer Ministro Yoshihide Suga, quien ha prometido repetidamente que el evento seguirá adelante.
Los espectadores extranjeros ya han sido descartados y se tomará una decisión sobre si permitir o no espectadores nacionales en junio, unas semanas antes de que comiencen los Juegos el 23 de julio.