Aunque no es un lavado completo, la temporada de turismo de verano vital para las economías del sur de Europa será menos que chisporroteante a medida que el coronavirus Delta se propague y los obstáculos de viaje mantengan a los británicos y otros buscadores de sol en casa.

Un certificado de viaje COVID-19 de la Unión Europea lanzado el jueves puede ayudar a algunos a hacer viajes, pero las llegadas a puntos turísticos de Portugal a Croacia se mantendrán muy por debajo de los niveles normales, poniendo en riesgo las empresas y los puestos de trabajo de hostelería.

“La recuperación del turismo en Portugal se ha detenido”, dijo Raúl Martins, jefe de la asociación hotelera AHP del país sobre las nuevas restricciones de viaje de Gran Bretaña y Alemania, normalmente mercados lucrativos para las playas, restaurantes y clubes de Portugal.

La variante Delta de rápida propagación del coronavirus está impulsando un aumento de los casos en el imán turístico del Algarve, Albufeira, y es la culpable de más de la mitad de las nuevas infecciones en la capital, Lisboa.