Cuando los relojes marcaron las 9 p.m. esta semana, los clientes empacaron y abandonaron restaurantes y otros restaurantes de toda Corea del Sur, ya que un toque de queda reimpuesto diseñado para ayudar a detener un aumento de las infecciones por coronavirus despierta temores de desastre económico para algunas empresas.

La semana pasada, las autoridades anunciaron una serie de medidas de distanciamiento social que duraron al menos hasta el 1 de enero. 2. Incluyen limitar las reuniones a no más de cuatro personas y obligar a restaurantes, cafeterías y bares a cerrar a las 9 p.m.

Las medidas se produjeron solo seis semanas después de que Corea del Sur altamente vacunada aliviara muchas restricciones para tratar de “vivir con COVID-19”. Desde entonces, los casos diarios y las infecciones graves han alcanzado máximos históricos, lo que se suma a las tensiones en el sistema médico del país.