Los combates impidieron que unas 200,000 personas evacuaran la sitiada ciudad ucraniana de Mariupol por segundo día consecutivo el domingo, ya que el presidente ruso Vladimir Putin prometió seguir adelante con su invasión a menos que Kiev se rindiera.
La mayoría de las personas atrapadas en la ciudad portuaria están durmiendo bajo tierra para escapar de más de seis días de bombardeos casi constantes rodeando a las fuerzas rusas que han cortado los suministros de alimentos, agua, energía y calefacción, según las autoridades ucranianas.
En una llamada telefónica con el presidente turco Tayyip Erdogan, Putin dijo que estaba listo para el diálogo para poner fin a los combates, pero que cualquier intento de establecer conversaciones fracasaría, según el Kremlin.