Para Eleanora Tymoshenko, profesora de música de Balakliia, cerca de Jarkhiv, en el este de Ucrania, y ahora refugiada en Varsovia, una noche de música ucraniana es alimento para su alma mientras reflexiona sobre el conflicto que asola su hogar.

“La música apoya moralmente a una persona, apoya su espíritu, el espíritu ucraniano, y da el derecho a vivir y da el derecho a… ganar la guerra…, derrotar al enemigo”, dijo Tymoshenko, de 50 años, al entrar en la sala de conciertos de la Filarmónica de Varsovia.

Tymoshenko fue uno de los cientos de espectadores, incluidos diplomáticos y dignatarios, en el concierto del jueves para ver a la Orquesta Sinfónica de Kiev iniciar su gira por Europa.

Durante las últimas dos semanas, los músicos y sus familias se han quedado en Varsovia. Han estado ensayando y preparándose para su gira, mientras se refugiaban del conflicto en curso en su país.