Los precios mundiales del petróleo cayeron a sus niveles más bajos desde antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero, ya que los comerciantes se preocupaban por la posibilidad de una recesión económica a finales de este año que podría torpedear la demanda de energía.

La caída de los precios del petróleo podría ser un alivio para las grandes naciones consumidoras, incluidos los Estados Unidos y los países de Europa, que han estado instando a los productores a aumentar la producción para compensar la escasez de suministros y combatir la furiosa inflación.

El petróleo había aumentado a más de 120 dólares el barril a principios de año. Un repentino repunte de la demanda de los días más oscuros de la pandemia de COVID-19 coincidió con las interrupciones de la oferta derivadas de las sanciones a los principales productores Rusia por su invasión de Ucrania.